Homicidios en la ciudad
- miércoles 12 de enero de 2011 - 12:00 AM
Las causas de la inseguridad en estas áreas son variadas, entre ellas se encuentran la pobreza urbana y la desigualdad, la descomposición de los valores, la inexistencia o debilidad de las redes sociales y capacidad asociativa, la desintegración familiar, los mensajes de violencia de los medios masivos de comunicación, la exclusión social, la impunidad y la corrupción, el deficiente sistema de justicia y la situación de las cárceles, calificadas hace siglo y medio por don Justo Arosemena como ‘El sistema penal es más propio para empeorar que para corregir a un delincuente....’
Hoy día el desafío más difícil y complejo de la política social es la reconstitución de la capacidad de asociarse. Al aumentar la presión económica y social aumenta la capacidad asociativa, pero cuando la presión llega a ciertos límites las redes se recargan y los sistemas sociales dejan de funcionar, con consecuencias desastrosas para familias y comunidades. El crimen gestado en la anomia social y en una escasa capacidad asociativa debilita gradualmente las organizaciones comunitarias. En comunidades donde funciona el paternalismo o el asistencialismo de gobiernos, iglesias y organismos civiles que generan dependencia y no estimulan la creación de capacidad asociativa, las organizaciones comunitarias están menos desarrolladas. Frente a esto ‘se constata un Estado incapaz de responder con eficacia frente a las verdaderas causas del problema que normalmente responde ensayando una fórmula de represión penal. Por el contrario, la lucha contra la criminalidad ha significado siempre una puerta abierta a la trasgresión y desconocimiento de derechos fundamentales de aquellos sectores sociales más deprimidos económicamente sobre los cuales se suele incidir en este problema.’ (Roberto Cuellar IIDH)
Se ha utilizado la reacción ciudadana de miedo y horror ante la inseguridad para vender el paquete punitivo que lleva a la aceptación de muchos, pero que por ello no significa que sea la verdadera solución. El problema no se resuelve solo con penas duras, represión, armas, policías y patrullas. Verlo así es una visión limitada que deja escapar un concepto más amplio de seguridad que radica en que existan condiciones de vida digna para todos.