- domingo 25 de agosto de 2024 - 8:49 AM
Alejandro Máynez fue acusado oficialmente de ser el autor material del asesinato de dos mujeres, pero se cree que mató a más de 50 en la larga lista que se le atribuye.
Los asesinatos ocurrieron al norte de México, específicamente en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuyo epicentro concentró más de medio centenar de femicidios en la fronteriza ciudad con los Estados Unidos.
Alejandro Máynez, proveniente de una familia adinerada, fue vinculado a una serie de crímenes en la referida ciudad, nunca fue capturado y hasta hoy se encuentra prófugo de la justicia.
El huérfano nació en la década del 70 en los Estados Unidos, bautizado en principio como Armando Martínez, vivió en diferentes albergues, hasta su llegada a Ciudad Juárez, donde un empresario de nombre Guillermo Máynez, lo adoptó dándole su apellido.
Máynez tenía en esta ciudad unos 20 bares y clubes nocturnos; además, contaba con conexiones con las altas autoridades y esferas del estado, lo cual allanó el camino para que Alejandro creciera con la idea de hacer lo que él quisiera sin tener consecuencias.
Se incorporó con uno de sus primos a una banda de traficantes de droga y joyas hacia los Estados Unidos, supuestamente bajo protección estatal.
Máynez y su primo iniciaron su trayectoria como asesinos seriales, simultáneamente a sus actividades como traficantes, en 1988. Posiblemente en algún momento se separaron.
En 1999 Máynez contó a dos expolicías [Víctor Valenzuela y Ramiro Romero] que él había asesinado a varias mujeres. Posteriormente los exfuncionarios decidieron denunciarlo, algo que los llevó al abismo, ya que uno de ellos fue asesinado y el otro acusado de narcotráfico y encerrado en prisión.
Según los expolicías Máynez hubiese contado con la protección de la policía en sus delitos.
En 1995, Abdiel Latif Sharif, de origen egipcio residente en Juárez, fue arrestado bajo los cargos de decenas de femicidios. Falleció en 2006 en la cárcel por causas naturales, al menos eso dijeron las autoridades, no obstante, Latif siempre dijo que era inocente y acusaba a Máynez de ser “El Destripador de Juárez”.
En 1998, Alejandro conoció a Ana Benavides, una mesera de uno de los bares de su familia.
Probablemente la intención de Máynez con Ana era la de acabar con su vida, sin embargo, resultó que ella compartía las mismas perversiones, ya que se descubrió que era una fanática satánica que ya había cobrado la vida de tres personas, por lo que comenzó a formar parte activa de los asesinatos de Alejandro.
En un manuscrito firmado bajo el seudónimo de Richie, y cuya autor se desconoce, se describen muchos de los homicidios de mujeres en la ciudad que fueron hechos durante orgías, organizadas por miembros del crimen organizado.
El periodista de sucesos del Heraldo de Juárez, estima que la historia de este criminal podría ser digna de analizar, sin embargo, son pocos los detalles que se saben e incluso el número de personas que mató, pero se cree que pudieron ser más de 50.
Se creía que el asesino serial inculpó a Latif Sharif en complicidad con las altas esferas, pero poco tiempo después se llegó a sospechar que el egipcio era inocente ya que durante su encarcelamiento los crímenes no dejaron de ocurrir en la ciudad.
Alejandro era (o lo es), un asesino organizado, sedentario, un individuo que es motivado por compulsión sexual y cree que el placer sexual es el fin y fundamento de la vida humana y, que le gusta matar en grupo.
Alejandro Máynez comenzó a ser buscado por las autoridades desde finales del siglo pasado, pero hasta la fecha nadie ha dado con su paradero, incluso se desconoce si sigue con vida.