La madrugada del domingo 30 de julio de 2016 se tornó trágica para la comunidad de Santa Librada, en el distrito de San Miguelito, donde Marlenis Padilla, una joven madre de 28 años, fue asesinada a tiros en un violento episodio que dejó consternados a los residentes del sector.

El suceso violento tuvo lugar en la quinta etapa de la barriada, donde residentes del área escucharon disparos que marcarían el final de una vida llena de promesas.

A eso de las 4 de la mañana, los habitantes de la mencionada zona se despertaron sobresaltados por el eco de una discusión acalorada entre un hombre y una mujer, que rápidamente fue seguida por una serie de detonaciones.

Cuando el ruido cesó, los vecinos se asomaron a la calle y encontraron a Marlenis tirada en el suelo, rodeada de un charco de sangre y con múltiples heridas de bala.

Según fuentes cercanas a la víctima, Marlenis había salido esa noche con un hombre a una discoteca ubicada en el sector de Milla 8.

Aunque se desconoce el motivo preciso de la discusión, se sabe que la pareja tuvo un altercado en el local, pero decidieron marcharse juntos.

Horas después, la joven madre fue hallada sin vida, dejando un vacío irreparable en la vida de sus seres queridos.

Amigos y familiares comentaron tras el crimen que Marlenis había tenido conflictos recientes, incluyendo una pelea con otra mujer que resultó en un ataque físico, donde se dice que le rayó la cara.

Los rumores en el barrio apuntaron en ese entonces a que el hermano de la mujer afectada podría haber buscado venganza.

Además, se mencionó que la joven no siempre se rodeaba de buenas amistades y que a menudo se relacionaba con personas de dudosa reputación.

Marlenis era conocida en su comunidad, no solo por su trágico desenlace, sino también por su historia de superación.

“Ella era buena estudiante cuando estaba en la escuela”, recordó una amiga de la infancia, evocando los mejores momentos de su vida.

Sin embargo, su vida personal se complicó, especialmente tras convertirse en madre y con su esposo que estaba encarcelado en un centro penitenciario.

Durante la recolección de evidencias, el personal de Criminalística del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) encontró un total de doce orificios de bala en el cuerpo de Marlenis: seis en el tórax, cinco en la espalda y uno en el brazo izquierdo, lo que sugiere una ejecución brutal y calculada.

Los residentes de Santa Librada comentaron que “No se escuchó un auto acelerando después de los disparos, lo que indica que el autor del crimen probablemente conocía bien la zona”.

A pesar de que este hecho de sangre ocurrió hace 9 largos años, sigue siendo un recordatorio doloroso de la violencia que azota a muchas comunidades en el país.

Las autoridades están trabajando arduamente para esclarecer el crimen. La Unidad de Homicidios de la Fiscalía Auxiliar de la República ha iniciado una investigación para dar con el o los responsables de este atroz asesinato.