Ed Gein: ‘El carnicero de Plainfield'

- domingo 23 de mayo de 2021 - 12:00 AM
Edward Theodore Gein, es considerado como uno de los asesinos en serie más crueles de la historia y cuyo caso ha inspirado series de televisión y películas de terror, como la famosa ‘Masacre en Texas' o ‘Psicosis' de Hitchcock en 1960.
Este terrorífico personaje nació en el pueblo de Plainfield, ubicado en Wisconsin, Estados Unidos, el 27 de agosto de 1906.
Según su historial, Ed tuvo una infancia bastante difícil, por un lado tenía un padre llamado George P. Gein, quien era un empedernido alcohólico que nunca demostró afecto hacia sus hijos y, por otro lado, una madre, Augusta T. Lehrk, quien tenía temor a Dios y decía que todas las mujeres eran prostitutas creadas por el diablo para tentar a los hombres. También creía en el apocalipsis.
Ella no permitía que sus hijos tuvieran algún tipo de amistad con otros muchachos del pueblo y los obligaba a leer la biblia. Eso, de alguna manera, influyó en su trastorno mental.
Ed apenas llegó a séptimo grado y abandonó los estudios para trabajar en la granja familiar.
En 1940 su padre falleció y vivió con su madre y su hermano Henry. Este solía criticar a su madre y a Ed no le gustaba eso.
En 1944 un incendio consumió la casa familiar y cuando los bomberos apagaron las llamas encontraron el cadáver de Henry.
La policía, tras investigaciones, determinó que no murió por asfixia, sino que había sido golpeado. El caso nunca se aclaró.
Lo que desató al monstruo
El monstruo que vivía dentro de Ed se desató cuando murió su madre en 1945, la única persona que lo vinculaba con la cordura y de alguna manera con su estabilidad emocional.
En 1954 cometería su primer asesinato, cuando asesinó a Mary Hogan, tabernera de un bar.
Mary, a quien le gustaba insultar a los borrachos del pueblo, un día, mientras cerraba el local, dejó pasar a Ed, quien era uno de sus clientes habituales , para que tomara una taza de café. Pero cuando Ed entró le propinó un disparo con una revólver calibre 32 y se llevó el cuerpo.
La desaparición del la Mary comenzó a ser investigada por la policía, pero el caso no avanzó, pues muchos creían que ella había sido víctima de un secuestro.
Todo se descubrió cuando Ed, ese mismo día, entró a comprar un galón de líquido anticongelante en un local cuya propietaria era Berenice Worden.
Al día siguiente, cuando el hijo de Berenice llegó al negocio después de una casería, encontró el local cerrado, pero su madre había desaparecido.
La sospecha recayó en Ed, pues su nombre figuraba en la última factura de venta. Así que la policía fue a buscarlo a su casa.
Macabros descubrimientos.
Lo que halló la policía al entrar a la vivienda del sospechoso fue escalofriante: el cuerpo de Worden estaba colgado de las piernas en un galpón y con ganchos en las orejas.
La policía sospechó que Ed iba a utilizar los restos de su víctima para decorar su casa. En un rincón hallaron el corazón de Worden, en otro su cabeza y en una bolsa el rostro de Hogan, pero no su cabeza.
Cuando revisaron la casa hallaron entre la basura varios objetos que Ed había fabricado con las pieles y restos de sus víctimas, entre ellas sillas, cuencas hechas de cráneo y lámparas hechas con piel humana. La soga de una de las ventanas hechas con labios y un cinturón fabricado con torso despellejado. En una caja también hallaron la cabeza de Mary Hogan totalmente despellejada.
Detenido
Ed fue aprehendido y llevado a una comisaría donde permaneció 30 horas sin emitir una sola palabra. Solo cuando le dijeron que le iban a colocar el cadáver de Berenice enfrente de él, rompió el silencio.
Al ser interrogado, Ed admitió que abría las tumbas de mujeres recientemente fallecidas en el cementerio y robaba los cuerpos, llevándolos en su camioneta Ford del 49 a su casa donde curtía las pieles para hacer sus posesiones. Admitió haber asesinado a Mary Hogan, tabernera local.
Pero negó haber tenido relaciones sexuales con los cadáveres o practicado el canibalismo.
Sufría de esquizofrenia
Al ser evaluado por expertos, estos determinaron que Ed, llamado el ‘Carnicero de Plainfield', quería transformarse en una mujer, por eso se colocaba las vaginas en sus partes íntimas, otros decían que buscaba recuperar a su madre muerta.
En enero de 1958, los psicólogos le diagnosticaron esquizofrenia y un tipo propenso a sufrir alucinaciones. Fue encerrado en un centro psiquiátrico.
El ‘Carnicero de Plainfield' pasó los últimos años de su vida tumbado en una cama y murió de un paro respiratorio en verano de 1984.