Se equivocaron de víctima en Ancón

El chico de 25 años conversaba con unos amigos en la entrada de un edificio ubicado en avenida Ancón cuando dos sujetos, con armas de fuego, aparecieron.

-¡Alerta! ¡Alerta!- gritó uno de los muchachos cuando vio a los pistoleros y seguidamente huyó del lugar.

Michael Robinson no corrió. Se quedó quieto parado en el lugar, pues no sabía quiénes eran los agresores ni por qué sus amigos, con quienes minutos antes había estado charlando, huían de ellos.

Los gatilleros, al ver a Michael le apuntaron y le propinaron dos balazos en la cabeza. Michael se desplomó sin vida. Allí lo encontró la Policía. El crimen ocurrió aproximadamente a las 7:00 de la noche del lunes.

Vecinos dicen que los homicidas, identificados como dos menores, tras cometer el crimen huyeron a pie. Otros dicen que los asesinos se montaron en un auto que los esperaba y se perdieron por las calles. Todo ocurrió a unos 50 metros de donde hay una subestación de la Policía.

Familiares del joven asesinado comentaron a El Siglo que Michael era un muchacho tranquilo, no pertenecía a ninguna pandilla y lo único que hacía, tras llegar de su trabajo, era parquear con sus amigos en el edifico Roosevelt.

‘Michael era un chico tranquilo, no estaba metido en nada malo, como a todos los jóvenes de su edad le gustaban los bailes y conversar con sus amigos’, dijo el pariente.

Michael tenía cinco años de laborar como recepcionista en el hotel Decameron, ubicado en Río Hato, provincia de Coclé.

‘Él iba y venía todos los días. Luego iba a encontrarse con sus amigos’, dijo otro familiar que prefirió no identificarse.

El difunto, según sus familiares, tenía una hija de tres años y residía con su madre y una hermana en el sector de Jardín Balboa, a una cuadra de donde lo asesinaron. Además era el más chico de tres hermanos.

Una fuente policial informó que integrantes de la banda Bagdad, que opera en calle 25 de El Chorrillo, mantienen viejas rencillas con pandilleros de la Roosevelt y que, aparentemente, iban a matar a un pandillero que reside en ese inmueble, pero se equivocaron de víctima y le dispararon a Michael, quien no tenía ningún prontuario policivo.