- martes 30 de julio de 2024 - 5:53 AM
El primero de los dos asesinatos registrados la noche del domingo 28 de julio de 2024, ocurrió en la cuarta etapa de la comunidad de Santa Librada, corregimiento de Omar Torrijos, donde cayó a tiros Abdiel Arroyo, de 45 años.
La sangrienta escena se registró a las 10:30 de la noche cuando dos desconocidos llegaron en una moto de reparto y abrieron fuego contra Arroyo, dejándolo tendido en el suelo y agonizando.
Algunos vecinos trataron de ayudar a la víctima y lo trasladaron al Hospital Integral San Miguel Arcángel, pero murió en el trayecto.
Poco después, a las 11:45 de esa misma noche, en el sector de Cerro Cocobolo, entrando entre la vereda de la antigua corregiduría, en el corregimiento de Arnulfo Arias Madrid, fue acribillado Jaime Gabriel Conchavez Panezo, de 20 años.
Este joven recibió tres plomazos en el lado izquierdo del área lumbar y uno fulminante en el pecho.
Al parecer fueron varios los criminales que ejecutaron al joven Jaime ya que según testigos escaparon sin dejar rastro.
Un patrulla de la policía al mando del subteniente Soto llegó a la escena, subió a Jaime al auto oficial y lo trasladó al hospital arriba citado, pero la doctora de apellido Lañas dictaminó que había partido.
A pesar de existir en Panamá una Ley de Política Criminológica encaminada a atender los tres niveles de prevención, esta ley no se ha implementado a nivel nacional; de igual forma en 2017 se creó la Estrategia Nacional de Seguridad Ciudadana, pero al parecer nada ha surtido efecto porque el crimen sigue ganando terreno.
Según el profesor de Criminología, Carlos González,. “la recomendación en cuanto al plan es que aumente la participación de la comunidad, ya que esa estrategia tuvo un costo de un millón de dólares y fue patrocinada por las Naciones Unidas, pero es importante lograr la participación del ciudadano para que se sienta que aportó y por tanto está comprometido, es por ello que este documento no se visibiliza en los homicidios”.