Se echaron sus vidas a los 21 años
- viernes 02 de diciembre de 2016 - 12:00 AM
PROCESO
Quizás cuando estaban planeando el robo, Joaquín y Manuel no pensaron en las consecuencias que el delito les acarrearía si salía mal.
Tal vez, Manuel, quien va a ser padre en un par de meses, quería comprarle sus cosas a la criatura que viene en camino, pero ahora todo se le complicó, incluso, es difícil que pueda estar presente en el nacimiento y crianza de su bebé.
Consecuencias
Ayer, a las 11:45 a. m., Joaquín Chi De Los Ríos y Manuel Alvarado, ambos jóvenes de 21 años, estaban sentados en su audiencia de garantías.
A Joaquín se le imputaron cargos por homicidio doloso agravado y robo agravado en perjucio de Alexis Pinzón, quien era seguridad de la empresa Gresinsa. También se le acusó por posesión ilícita de arma de fuego.
Mientras que a Manuel, le imputaron cargos de homicidio doloso agravado y robo agravado en participación como cómplice secundario por este mismo crimen.
Pero el de Manuel es un caso curioso. Él estaba estudiando en el Inadeh y solo le faltaba una semana para terminar su curso de ocho meses de soldador acuático.
Lamentablemente una mala decisión lo tiene ahora enfrentando una investigación por homicidio y robo que lo pueden catapultar a prisión por un buen par de años.
Durante la audiencia, a Manuel se le veía nervioso. No dejaba los pies quietos y levantaba la mirada solo para ver a su defensora, a la fiscal y a la juez.
Sus padres estaban presentes, sentados detrás de él. Su progenitor solo mantenía la cabeza recostada a la pared y sus ojos rojos mostraban que había estado llorando.
Por otro lado, Joaquín, quien aún tiene un rostro juvenil, denotaba más tranquilidad que su compinche.
Ambos recibieron medida cautelar de detención preventiva por un período de seis meses mientras se realizan las investigaciones.
Destrozados
Dentro de la sala también estaba la familia de Alexis Pinzón, de 62 años.
Su hermana Anabelle estaba dando la cara en representación de su familia en esta audiencia.
Mientras que la esposa de este hombre estaba ahogada en un mar de lágrimas desde que llegó a las oficinas del Órgano Judicial en Plaza Conquistador.
Lo único que pide está familia es justicia por el homicidio de su ser querido, quien fue ultimado de dos tiros, a eso de las 3:10 del pasado martes 29 de noviembre, mientras custodiaba a un vendedor de la Cervecería Nacional en la fonda La Calidad, en La Pesa de Veranillo.