‘La descuartizadora de Gualaca'

María Irlanda Mora se convirtió, en mayo de 2002, en la primera mujer en descuartizar a su marido.

ASESINATOS

El brutal asesinato de Pablo Monroy Velásquez, de 22 años, quien fue descuartizado y su cadáver metido en una nevera por su mujer en Aguadulce, hace recordar un crimen parecido que ocurrió el 15 de mayo de 2002, en Gualaca, provincia de Chiriquí.

La protagonista de este horrendo crimen fue María Irlanda Mora, quien luego de descuartizar a su cónyugue, Alexis Centeno Baúles, le quemó la cabeza y lo aventó dentro de una letrina.

El crimen se perpetró en horas de la madrugada dentro del cuarto de una vivienda ubicada cerca del Cementerio Municipal de la mencionada población.

Móvil

Al parecer, el móvil que desató el macabro crimen fue el hecho que horas antes la víctima le había confesado a María que pensaba dejarla por una mujer más joven, quien residía en la comunidad de Alanje.

Esto, aparentemente, no le gustó a María y se formó una acalorada discusión.

Una vez finalizada la pelea, Baúles se acostó a dormir, pues estaba bajo los efectos del alcohol.

María aprovechó ese momento para cometer su crimen. Tomó un machete y lo descargó sobre el cuerpo del hombre que alguna vez había amado.

Un chorro de sangre inundó el pequeño cuarto. Acto seguido, María, con sangre fría, le cortó la cabeza y seccionó el cadáver de Baúles en ocho partes sobre el colchón y los metió en una bolsa, porque pensaba enviar un pedazo a cada miembro de la familia.

Después sacó al patio el colchón con la cabeza y lo quemó. Más tarde tomó la cabeza calcinada y la tiró a la letrina de la casa de su madre.

Se acostó a dormir tranquilamente, relatan los textos periodísticos.

Se entregó a la policía

No fue hasta la mañana siguiente cuando María se presentó en la casa de su hermano y le dijo:

-Quiero que llames a la policía-

Cuando a los pocos minutos llegaron los uniformados, María, les confesó friamente:

-Quiero informarles que he matado a mi marido y me voy a entregar-.

Cuando la policía y personal del Ministerio Público (MP), acudió a la vivienda se encontraron con la macabra escena: un cuerpo decapitado y bolsas con trozos de pies y manos dentro de bolsas negras llenas de sangre.

Los agentes tuvieron que utilizar un gancho para sacar la cabeza calcinada de la letrina.

María, tras confesar su crimen, fue condenada a 20 años de cárcel, pero no completó la sentencia, pues conmutó la pena por días de trabajo y salió hace 5 años de prisión. Se desconoce sí aún reside en Gualaca.

Actitud lógica

Alejandro Pérez, psiquiatra, dice que los crímenes de esta naturaleza que cometen las mujeres es una ‘actitud lógica', pues ellas piensan que al tratar de deshacerse del cuerpo no irán presas.

‘La mejor forma es partirlo y botarlo para que nadie se dé cuenta. Lo que hacen es lógico y tratan de justificar su acto diciendo que las habían dejado o maltratado.

Pérez dijo que son pocos los casos de mujeres que descuartizan a sus cónyugues en Panamá y eso es bien extraño.

‘Tenemos un problema de familia, de violencia doméstica, problemas de pareja que no se está resolviendo', acotó el experto.

Añadió que los panameños tienen el estigma de no querer acudir al psiquiatra o al psicólogo y no hay programa de salud mental.

‘Necesitamos programas de prevención de violencia doméstica, de pareja, porque todos tenemos el potencial de ser asesinos', aseveró Pérez.