Cantos, lágrimas, impotencia y dolor en el último adiós a Mileika

Sepelio. Los días han sido inconsolables para los familiares y amigos de Mileika Batista Foster, desde el día que perdió la vida en un accidente de tránsito en la rotonda de Tocumen.

La vida de la chica de 26 años se apagó para siempre la noche del pasado 31 de marzo, cuando el taxi en el que iba a su trabajo colisionó contra un articulado. Desde entonces la lloran.

Al mediodía del jueves la lloraron más que nunca cuando sus restos mortales fueron despedidos en la iglesia Palabra de Vida Eterna, ubicada en la 24 de Diciembre.

Los dolientes, durante la ceremonia religiosa, hicieron un círculo, se tomaron de las manos y oraron para que Dios acogiera a Mileika en su seno.

Hubo cantos, hubo lágrimas, hubo recuerdos de la chica que siempre tenía una sonrisa para sus amigos. Una vez culminada la ceremonia, los restos de Mileika fueron trasladados al cementerio ubicado en las faldas de Cerro Azul, donde ya descansa en paz.