Cae sospechoso del homicidio de un guardia de seguridad
- viernes 13 de diciembre de 2024 - 12:00 AM
Tras cuatro días de intensos operativos que peinaron los sectores de La Cascada, La Cristal, Loma Cová, Boyalá y Valle del Sol, en Arraiján, por parte de los agentes de la Policía y la fiscalía, por fin aprehendieron a un hombre sospechoso del asesinato de Gerzon López Varela, de 38 años, quien trabajaba como guardia de seguridad en el minisúper Carlos Antonio.
El pasado 8 de diciembre a las 8:00 p.m., cinco delincuentes armados ingresaron al local como clientes y estando adentro dispararon contra el seguridad en varias ocasiones.
La cámara de vigilancia del supermercado captó las imágenes y el audio, de cuando el agente de seguridad suplicaba por su vida, pero aún así sufrió otro disparo.
Ese video se volvió viral en las redes y causó indignación en la población que clama porque las autoridades aprehendan a los desalmados quienes actuaron a sangre fría y sin compasión. Los operativos de allanamiento se intensificaron día y noche, en distintos sectores.
En el transporte público y privado bajaban a las personas para verificar a cada residente, todo en busca de los homicidas. En las próximas horas será presentado ante un juez de garantías en el Sistema Penal Acusatorio de Panamá Oeste, un hombre apodado “Bolín”.
El hombre, quien había sido identificado mediante actos de investigación, fue sujeto de allanamiento la mañana del jueves 12 de diciembre, siendo ubicado y remitido ante la Fiscalía de Homicidios y Femicidio de Panamá Oeste.
Gustavo Barragán, fiscal de Homicidios y Femicidio de Panamá Oeste, manifestó que en las próximas horas esta persona será llevada ante un juez de garantías para audiencia de control y se mantienen realizando allanamientos en diferentes puntos de Arraiján para dar con los demás sospechosos de este crimen.
La víctima Gerzon López, vino hace 10 años a Panamá en busca de una mejor calidad de vida. Era padre de dos hijos en su país natal y tenía dos hijos panameños.
López ese día vio la cizaña de dos de los cinco ladrones, los siguió, pero no tuvo tiempo de desenfundar su arma de fuego y para colmó le quitan el arma y el chaleco.
Uno de los pillos le propinó un balazo en la espalda. Posteriormente le volvió a disparar cuando se encontraba tendido en el piso. Murió desangrado.