'Yo no soy botella, yo no soy botella', gritan en la Asamblea

Funcionarios protestaron tras recibir cheques por auditoría de la Contraloría
  • martes 15 de abril de 2025 - 12:00 AM

La entrega de cheques a mano por parte de la Contraloría General de la República provocó un caos ayer en la Asamblea Nacional. Funcionarios molestos, protestas en los pasillos y gritos de “¡No somos botellas!” marcaron la jornada en la que se intentó verificar quiénes realmente trabajan en ese órgano del Estado.

Los colaboradores, inconformes con la suspensión del pago automático (ACH), exigieron su salario y declararon una “huelga de brazos caídos”. La tensión subió cuando varios de ellos comenzaron a gritar contra los auditores de la Contraloría, acusándolos de humillarlos al exigir presencia física para recibir su quincena.

Esta medida forma parte de una auditoría iniciada a mediados de marzo a las planillas 001 y 002 de la Asamblea Nacional, como parte de los esfuerzos del contralor Anel Flores para frenar el pago a personas que no cumplen funciones reales en el cargo.

“Hoy mucha gente llegó a cobrar, pero tiene meses sin aparecer por su puesto. La idea es saber quién está realmente trabajando”, dijo Flores en una entrevista brindada a Radio Panamá.

En medio del desorden, también circularon rumores de que los funcionarios estaban siendo fotografiados al momento de recibir sus cheques. Ante esto, la Contraloría desmintió categóricamente tales afirmaciones, asegurando que “es falso que se estén tomando fotos a los funcionarios de la Asamblea Nacional al momento de recibir sus cheques”.

Según la institución, las únicas fotografías captadas fueron a funcionarios de la propia Contraloría, como parte del proceso de verificación interna.

La Contraloría informó que esta fiscalización, que incluye la entrega directa de cheques y el uso de hojas de marcación, no se limitará a la Asamblea, sino que se extenderá a todos los ministerios. Según la entidad, la medida busca frenar el despilfarro de fondos públicos y evitar que se siga pagando a los llamados “botellas”.

Pero la diputada presidenta de la Asamblea Nacional, Dana Castañeda, no tardó en responder. Aunque afirmó aceptar “el rol fiscalizador de la Contraloría”, también lanzó una crítica contundente: “No permitiré la intromisión en las funciones propias de este primer Órgano del Estado. Fiscalizar no es cogobernar. No estoy de acuerdo con humillar al funcionario”, escribió en su cuenta de X.

La Contraloría, por su parte, no se quedó callada. En un comunicado, lamentó la actitud de Castañeda, asegurando que “en lugar de incitar este tipo de acciones, debería explicarles que lo que hoy hacemos responde a un compromiso con la institucionalidad y con el bienestar del país”.

Lo que se suponía sería una medida para transparentar el uso de fondos públicos terminó en una confrontación abierta entre auditores, funcionarios y autoridades de la Asamblea. Y con una fila larga de cheques por repartir, parece que el drama apenas comienza.

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