"Viva el Cristo Negro", el grito de devoción por el Nazareno de Portobelo
- lunes 21 de octubre de 2019 - 8:24 AM
Edwin Villarreta es un panameño de 38 años que caminó durante "dos días" de rodillas y arrastrándose hasta Portobelo, una localidad bañada por las prístinas aguas del Caribe de Panamá, para darle las "gracias" al Cristo Negro, su "Naza", por el privilegio de tener una familia sana y un trabajo.
"Yo no quiero riqueza, Él me tiene privilegiado", dijo Villarreta a Efe visiblemente agotado y con lágrimas en los ojos mientras se desplazaba, por momentos de rodillas y por otras a rastras, por Portobelo, rumbo a la iglesia donde se encuentra el Cristo Negro, que este domingo y mañana lunes es homenajeado por miles de devotos venidos de todos los puntos del país centroamericano.
El Nazareno, explicó este hombre de contextura delgada y con tatuajes del Cristo Negro en su cuerpo, al que sus acompañantes vertían cera de vela caliente, le ha "cumplido todo".
"Tengo mis hijos grandes, tengo salud, tengo trabajo, no tengo nada más que pedirle al santo, gracias a él tengo mi cena todos los días, tengo un pan bendecido", aseveró Villarreta, quien precisó que es devoto del "Naza" desde hace 25 años.
De acuerdo con su relato, confirmado por un grupo de personas que le acompañaban, Villarreta salió desde la avenida 5 de Mayo de la capital de Panamá para llegar arrastras a Portobelo, lo que supone un recorrido de unos 100 kilómetros.
"Dos días" de recorrido, aseguró José, como identificó Villarreta a uno de los hombres que lo acompañaban y que respondió a la propia pregunta del penitente de cuánto tiempo llevaba en esa aventura.
"¡Viva el Cristo Negro de Portobelo, viva el Naza!", gritaba Villarreta y era secundado por los devotos católicos, que no se amilanaron por la lluvia pertinaz que bañó durante todo este domingo a este puerto natural en el que habitan poco más de 4.500 personas.
Giancarlo Rodríguez, de 36 años, también llegó este domingo a Portobelo, como hace desde hace casi 12 años, a dar las gracias al Nazareno, que le "ha cumplido todo lo que le ha pedido".
"Primero caminaba mi hermano, pero enfermó por un accidente y empecé a caminar por él. Ahora lo hago por mis hijos", afirmó Rodríguez, quien le agradece al Cristo Negro porque su familia está saludable.
Este devoto reconoce además que en este peregrinar y a lo largo de los años ha "conocido bastante amistades, gente buena", por lo que pretende seguir haciéndolo hasta que el Nazareno "quiera".
Ariel Giménez, un panameño de 46 años y miembro del comité parroquial de Portobelo, comentó a Efe cada años son miles los devotos del Cristo Negro los que vienen a verlo, tanto en octubre como durante la Semana Santa, cuando es sacado en procesión de la iglesia el miércoles y viernes santo.
Recordó que una de las historias en torno al Nazareno "se remonta a hace más de 500 años", cuando a Portobelo llegaron dos cajas, una con un cristo blanco y otra con el negro, y que cada vez que pretendían llevarse a este último "el mar se agitaba" y lo impedía.
Luz González, una panameña de 63 años y con más de 40 de ellos dedicada a la venta ambulante, comentó a Efe que este domingo la venta de velas y pulseritas del Nazareno ha estado un "poco floja", y que esperará a mañana lunes para ver si mejora.
"Esto (las ventas) ha bajado mucho desde hace más de cinco años. Tú sabes que esto lo compran mucho la gente del gueto, y como se han ido a otra religión esto ha bajado mucho", consideró la señora González.