- sábado 19 de abril de 2025 - 12:00 AM
Migrantes, personas en situación de calle y mujeres que sobreviven de la prostitución participaron en el Viacrucis organizado por monseñor José Domingo Ulloa, como parte de la conmemoración del Viernes Santo.
La actividad se realizó en el corregimiento de Calidonia, que se convirtió en el escenario simbólico de la crucifixión de Jesucristo. Durante el recorrido, monseñor Ulloa, micrófono en mano, recordó que “este Viacrucis es el grito, la oración y la esperanza de estas personas vulnerables”.
A medida que avanzaba la procesión, el arzobispo enfatizaba que este era “el Viacrucis real”, y que la pasión de Cristo no es solo un recuerdo del pasado: “Cristo sigue apareciendo en cada uno de estos hermanos, que tienen un rostro y una historia concreta: en hombres y mujeres en situación de calle, en migrantes forzados a dejar sus países, en quienes viven de la prostitución. Por eso hemos querido venir hasta sus espacios, donde enfrentan el sufrimiento y la marginación provocada por la sociedad”, expresó.
Ulloa también hizo un llamado a la ciudadanía a reconocer la dignidad de estas personas, a apoyar las obras sociales de la Iglesia y a colaborar con donaciones en los centros y espacios de acogida, para que nunca les falte comida, ropa ni un techo. Además, pidió oraciones por los enfermos, los abandonados —especialmente quienes viven en albergues— y por el papa Francisco.