La suspenden de escuela para ciegos
- martes 03 de septiembre de 2019 - 12:00 AM
Yessiel Griselda Bonilla Cáceres, tiene 19 años, es una joven que fue diagnosticada con hidrocefalia, epilepsia y trastorno visual.
La evaluación médica fue realizada por el jefe del Servicio de Neurocirugía del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro (CSS), según documentos a los que tuvo acceso El Siglo.
Esta muchacha, pese a que había sido operada del cerebro cuando tenía nueve meses de nacida, logró continuar su vida normal hasta llegar a sus estudios secundarios.
Al llegar a la educación media, en el 2017, nuevamente fue intervenida y se le cambió una válvula en la cabeza producto de su padecimiento, luego de esto presentó convulsiones y pérdida de la agudeza visual, pero logró graduarse de Bachiller en Ciencias con Instrumentación en Informática en el Instituto Fermín Naudeau, ese mismo año.
Esta joven reside en Nuevo Tocumen, 24 de Diciembre, pero pese a su discapacidad visual en la que se encuentra, su madre Yesenia Cáceres de Bonilla, buscó que su hija recibiera la ayuda a través del Centro de Rehabilitación de Ciegos Adultos Andrés Cristóbal Toro, ubicado en Las Lajas, corregimiento de Las Cumbres, institución en la que fue internada en el 2018.
Pero las cosas se complicaron en abril de este año, porque según indica Yesenia, su hija ha recibido maltrato psicológico no adecuado por parte de Dorinda Samaniego, directora del Centro de Rehabilitación.
Indicó que esto se debe a los supuestos gritos por parte de la directora, la restricción del uso del teléfono celular para recibir o contestar llamadas.
Durante una conversación con Yessiel expresó que debido a estos inconvenientes su novio, de 21 años, y quien tiene baja visión, la sacó el miércoles 21 de agosto de este año del centro. La llevó a la casa donde reside la mamá por los presuntos malos tratos que le daban en el lugar.
Ante estas vicisitudes que se registraban, Yesenia manifestó que logró conversar con la directora, pero no se logró tener una respuesta y por ello decidió no enviarla más al lugar.
Este medio se dirigió al centro en Las Lajas y conversó con la directora Samaniego, quien tiene discapacidad visual, explicó que Yessiel mantiene una conducta inadecuada, por lo se tomó la decisión de que no estuviera más en el centro, luego de una nota escrita que fue consensuada con los docentes y el presidente de la Unión Nacional de Ciegos.
‘Cuando ella llegó el año pasado, no fue como oyente, sino que recibió clases, pero por las condiciones de salud no ha podido recibirlas como debe ser. Esto es porque toma medicamentos que hace que se quede acostada o en la sala conversando', precisó la directora.
Samaniego aseguró que ‘yo no maltrato a nadie, mi tono de voz es alto, pero como Yesiell está acostumbrada a que la sobreproteja su mamá. Si esto es un centro de rehabilitación es para que ellos se defiendan, puedan ser útiles e independientes a la sociedad y sean personas que puedan hacerlo'.
Destacó que su deber es apoyar a las personas que van al centro y tienen que seguir las directrices, igual a las que se dan en el hogar.
La directora afirmó que Yessiel se molestaba cuando se le indicaba que llegara a las clases, lo que hacía es que se iba sin notificar. Al novio se le suspendió, porque en dos ocasiones la ha sacado de la escuela.
‘Tengo tres informes que se le ha realizado y el último es la suspensión que es la que se le va entregar a la madre. En cuanto a los gatos que caminan por la escuela no se pueden controlar pues aparecen de la nada', reiteró la directora.
Hay un aproximado de 83 mil 500 panameños que padecen alguna tipo de discapacidad visual, según entidades del Estado. Estos panameños, entre hombres, mujeres y niños, son diagnosticados con ceguera o con baja visión.