Se suman más aliados
- sábado 04 de junio de 2016 - 12:00 AM
El proyecto hidroeléctrico Barro Blanco continúa creando ronchas en la comunidad ambientalista, que ayer decidió protestar en Chiriquí afuera de las oficinas de la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP) y la Gobernación.
Casi simultáneamente, estudiantes de la Universidad Autónoma de Chiriquí también salieron a las calles de David marchando bajo la estricta vigilancia de la Policía Nacional.
Los manifestantes exigen la cancelación de esta obra, que tiene un avance de 96%, a pesar de que el presidente Juan Carlos Varela indicó el pasado jueves que a estas alturas es inconcebible su detención.
Con cartelones en rechazo a la hidroeléctrica, estudiantes y ambientalistas, que tienen 12 días protestando para que cancelen el embalse de Barro Blanco, demostraron su apoyo a la comarca Ngäbe-Buglé.
Por su parte, los ambientalistas le prendieron fuego a un muñeco del director de la ASEP, Roberto Meana.
‘A pesar de las múltiples mesas de diálogo, aún no se cesan los proyectos en esta región, lo que pone en riesgo los ríos', expresó Damaris Sánchez, una ambientalista que aseguró que en la provincia han sido otorgadas más de 30 concesiones para obras hidroeléctricas.
Se buscó la versión de la ASEP; sin embargo, no se pronunciaron.
Redacción: Emilia Zeballos/ Astrid Carreño