‘Seremos más selectivos en el registro de naves’
- lunes 18 de noviembre de 2024 - 12:00 AM
Ramón Franco, director de Marina Mercante de la Autoridad Marítima de Panamá quiere limpiar el registro de naves. Siendo el país líder en abanderamiento de barcos, lo que busca es mejorar la imagen del registro. Una forma es limpiar la lista, sacar a las naves inactivas, a aquellas que hayan sido sancionadas reiteradamente, o las embarcaciones que aparecen en listas grises. Con esto, dice, generará más confianza con los clientes, y renovará la flota panameña.
Uno de nuestros objetivos es reforzar y mejorar el cumplimiento de la flota mercante panameña. No podemos negar, que si bien tenemos el mayor número de naves registradas, la edad promedio de la flota oscila entre los 19 años. Con esta edad las naves empiezan a tener cierto historial de detenciones, empiezan a dar más problemas técnicos y se van convirtiendo en lo que se denominan naves subestándar. Eso representa un riesgo para el registro ante los distintos Memorandos de Entendimiento ante los rectores de puertos. Cuando las naves atracan en los puertos se les hacen inspecciones, se les encuentran deficiencias y obviamente esas detenciones se acumulan por un periodo de tres años y arrojan un índice que nos ubica en una categoría blanca, gris o negra dependiendo del resultado. Nosotros actualmente en el MOU de los puertos de Europa estamos en la lista gris.
Para salir de esa lista estamos mejorando el estado de la flota. Para ello estamos adecuando el marco normativo a través de circulares internas adecuadas a los estándares de calidad que estamos buscando. Implementar las nuevas medidas que queremos hacer, por ejemplo, establecer un chequeo previo a la llegada del puerto en el que se verifique el estado de la nave. Por otro lado, establecer una cooperación con sociedades clasificadoras e inspectores, elevarlos de calidad en las inspecciones, establecer un marco sancionatorio para quienes lo incumplan sea sancionados. Pero es la estrategia a corto plazo.
A largo plazo es una realidad que las naves de más años, hay que irlas descartando.
Correcto. De hecho las naves de nueva construcción es el objetivo que tenemos en esta administración. Queremos hacer una depuración, descartar las naves con un alto índice de detenciones, llamadas subestándar, también las naves que sean vinculadas a sanciones internacionales y también las naves inactivas, que están registradas desde hace muchos años en el registro y que no operan. Son inexistentes. Esta depuración nos permite trabajar con los clientes que mantenemos y desarrollar una estrategia comercial en base a esos usuarios. De igual manera esta depuración va a una captación de naves de nueva construcción, las que utilicen energías limpias de menores de 15 años.
Decir que estamos depurando, lo definiría como renovar nuestra flota a futuro.
Hasta el momento no estaríamos perdiendo el primer lugar con el número ubicado que tenemos.
Es correcto. Nos pisan los talones los demás registros, pero hay que abordar el tema de manera responsable. Trabajar con lo que tenemos y desarrollar las estrategias de negocio con nuestra situación actual.
Tenemos que hacer una política de promoción. El registro tiene dos componentes muy marcados. Uno normativo que asume una responsabilidad con la comunidad marítima internacional de ratificar y ser signatario de los distintos convenios en materia marítima emitidos por la Organización Marítima Internacional (OMI), y por otro lado el registro también tiene un elemento comercial marcado. En este sentido hay incentivos y en la parte técnica Panamá ofrece un acompañamiento, supervisión y monitoreo de su flota. Apoyamos al naviero en su operación marítima.
Cuando estas naves entran al registro les hacemos un pre chequeo para saber si la nave está vinculada a sanciones y no tiene historial de detenciones. Con esa debida diligencia la nave puede ser apta para ingresar al registro y de esta manera podemos controlar la entrada de naves que quizás no queramos tener como clientes. Seremos más selectivos.
No, de momento no está sobre la mesa cambiar de un modelo abierto a un registro cerrado.
Tenemos que hacer lo propio. Elevar los estándares de calidad, de cumplimiento. Reforzar la supervisión de la flota panameña, ser más selectivos en quién entra.
Al final es competencia de registros, no solo en Europa, sino en otros lugares. Tenemos que ser competitivos, para esto debemos tener un registro sostenible, con una flota potable donde tengamos una imagen ante el mundo de no ser un registro de conveniencia, o que abandera naves sancionadas. Por eso creo que los esfuerzos se dedican a limpiar la imagen, captación de nuevas construcciones, naves ‘ecoship’ para cumplir con la agenda ambiental de la OMI en cuanto a la reducción de emisión de carbono. Es tomar las estrategias adecuadas y hacer frente a los retos. Con la depuración vamos a perder tonelaje.
Sí, hacen su trabajo. El cónsul es una figura de representación del registro de naves en el mercado donde está ubicado. Es una falencia el cambio cada cinco años de ese funcionario en la región. Esto porque el negocio se basa en la confianza. La relación personal atrae la relación comercial porque genera confianza. Este negocio se basa en la confianza que se genera a través de una estabilidad en el tiempo. El cónsul cumple su trabajo, pero cada cinco años se va y queda el abogado que es el agente residente de la nave y su punto de confianza con el cliente, el técnico de la Autoridad Marítima de Panamá en la oficina de Segumar que está en el exterior y que hacen un tremendo trabajo. Esa es la estabilidad que representa el registro panameño. El cónsul cumple su función, pero el cambio cada cinco años es una falencia, no sólo en los consulados, sino en el registro.