Señor presidente

Espero que mis humildes palabras las ubique a la altura de sus valores
  • sábado 03 de enero de 2015 - 12:00 AM

A seis meses de su administración, es claro que sus intensiones intentan ser un gobierno humano. Por ello, es importante que encienda la llave del Estado al ritmo de las necesidades que exige nuestra población.

Tenga confianza y sabiduría en sus decisiones y no caiga en el fango del retroceso de la mediocridad, sea intenso en su voluntad de servir al bien común y no sea presa de las palabras huecas y vacías, no solamente debe mirar hacia adelante, más bien debe ser un observador continuo del tejido social y, así, afinar su tino en tomar las mejores decisiones del presente y futuro de nuestro país.

No llene su agenda con las grandes reuniones de personalidades, dejando a un lado lo más importante que lo llevó al poder, dedíquele tiempo a la reflexión para no caer en los errores del pasado, cultive la grandeza de la humildad y no caiga en la arrogancia cuando cometa un error, tenga el carácter y la hidalguía de aceptar y sobreponerse en retomar el camino de sus buenas intenciones.

Sea un buen ejemplo de palabra y hecho con transparencia y no se convierta en sombra de la oscuridad; aprenda a oír el ruido de los aduladores, pero preste mucha atención a la voz del pueblo, no se convierta en presa de grupos ni de grupitos; y así no caerá en ser esclavo de sus intereses. Fije su mirada en los ojos que lo miran desde abajo y no tropezará con su pueblo. Promueva un estado que genere justicia y no la injusticia. Genere la participación inclusiva y no el sectarismo, motive el esfuerzo propio y no alimente el clientelismo, valore la verdad y o tendrá que esconderse en las mentiras. No pretenda ser bueno, simplemente sea justo.

Espero que mis humildes palabras las ubique a la altura de sus valores.

* Comunicador Social y Voluntario de los Derechos Humanos

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