Reformas electorales siguen estancadas

Después de ser uno de los factores principales en la ruptura de la alianza de gobierno entre Cambio Democrático y el Partido Panameñista...
  • jueves 13 de octubre de 2011 - 12:00 AM

Después de ser uno de los factores principales en la ruptura de la alianza de gobierno entre Cambio Democrático y el Partido Panameñista, y de provocar diferencias a lo interno de los partidos de oposición, el proyecto de ley N° 292 que reforma el Código Electoral se ha quedado estancado en la Asamblea Nacional.

El proyecto está pendiente de discusión, luego de que la madrugada del pasado 4 de septiembre en segundo debate se aprobara el primero de dos bloques, que incluye el tema de la segunda vuelta electoral.

POSIBLE CAUSA

El comité especial, que está formado por nueve diputados, tanto de oposición como de gobierno, no termina de hacer los ajustes al segundo bloque del proyecto que abarca del artículo 61 al 106 para ser llevado al pleno legislativo y reanudar la discusión.

¿ESTRATEGIA?

El vicepresidente de CD, Rogelio Baruco, negó que el atraso del debate de las reformas electorales se deba a una estrategia política del colectivo.

Explicó que se trata de fortalecer la democracia, pero advirtió que los que le temen a la segunda vuelta electoral son los políticos que no concentran la mayoría de votos y por eso abogan para que no se incluya la propuesta.

Dijo que confía en que el proyecto sea aprobado antes de que finalice el año.

Pero el diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Juan Carlos Arosemena, quien ha sido un acérrimo oponente a la medida, sostiene que sí es una estrategia de CD retrasar el debate para evaluar cómo le conviene la segunda vuelta electoral e ir ganando más políticos para su colectivo.

Arosemena indicó que de ir a sesión extraordinaria será una orden que tendrán que acatar, pero lamentó que un tema de interés sea tratado en días de fiestas patrias y de fin de año, cuando el pueblo no está concentrado en el tema.

Aunque CD insiste en la segunda vuelta electoral, el rechazo aumenta en la población. Según la encuesta de Ditchter & Neira, un 61.9% de la población está en contra y un 29.3% está de acuerdo.

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