Primer año del presidente Mulino, universitarios evalúan la gestión

A un año del mandato del presidente José Raúl Mulino Quintero, estudiantes universitarios evalúan su gestión en temas como la Ley 462, las protestas, la educación y la falta de diálogo con la ciudadanía.

Ha sido un año lleno de retos. El presidente Mulino ha intentado marcar la diferencia, pero algunas decisiones controversiales han generado descontento, y no todos se sienten representados por su estilo de gobernar.

La Ley 462 sobre pensiones, que afecta a muchas personas que trabajaron toda su vida y ahora enfrentan un futuro incierto. La falta de diálogo real con la población lo agrava aún más.

Ha sido un año muy activo, con altibajos. Si bien ha tomado decisiones firmes en temas como los pagos a proveedores y la reactivación económica, también ha enfrentado crisis importantes, como las huelgas docentes y la polémica por la Ley del Seguro Social. Además, la situación en Bocas del Toro sigue sin resolverse, principalmente por la falta de apertura al diálogo.

Es lamentable. En los últimos años se han perdido muchas clases, lo que ha afectado seriamente la educación. Ya se perdió un trimestre completo. Aunque los gremios tienen derecho a huelgas pacíficas, es necesario un equilibrio. El gobierno debe invertir en infraestructura y garantizar el derecho a una educación de calidad.

Ha estado marcado por tensión, decisiones rápidas y controversiales que han generado conflictos. Aunque muestra firmeza, ha faltado diálogo y cercanía con la ciudadanía.

La juventud debe informarse, organizarse y participar activamente. Somos los más afectados a largo plazo. Hay que exigir rendición de cuentas y políticas públicas sostenibles.

Ha estado lleno de desafíos, como protestas y controversias. El país sigue afectado por la pandemia y gobiernos anteriores. Al presidente le ha faltado voluntad para construir una democracia más sólida, que es lo que la ciudadanía necesita.

Si tuvieras la oportunidad de hablar directamente con el presidente, ¿qué le dirías?

Que escuche más al pueblo, que promueva un diálogo abierto y transparente. Es vital priorizar la educación y la salud, y buscar consensos para avanzar sin dividir más al país.

El gobierno ha decepcionado a muchos. Al inicio, el presidente parecía buscar soluciones reales. Pero ser presidente no lo hace dueño de la verdad. Imponer su voluntad sobre el sentir colectivo transmite autoritarismo y lo presenta como un mal gobernante.

El presidente ha optado por ignorar los problemas en vez de enfrentarlos, lo que ha generado malestar y desencadenado protestas y conflictos en varias regiones del país.

Deficiente. Ha dado prioridad a temas poco relevantes y ha ignorado el rechazo social a sus decisiones. Su mayor error ha sido quebrantar la confianza ciudadana desde el inicio.

Bochornoso y preocupante. Las infraestructuras están en ruinas. No se puede garantizar educación de calidad cuando los centros escolares están deteriorados.