El premio ‘Nobel' panameño

Son $15 mil para cada categoría. Ninguno de los ganadores presenció la revelación de los ganadores
  • miércoles 16 de octubre de 2019 - 12:00 AM

Por muchas razones los escritores no asisten a la apertura de las plicas del concurso Nacional de Literatura Ricardo Miró, conocido como el nobel de las letras panameño.

Unos no asisten porque viven en el extranjero. Ejemplo de estos son Pedro Castro Crenes residente en España y quien ganó en la categoría de Novela. Otro de estos es Edwin González Alarcón, que hace unos años migró a París, Francia.

A los casos de González Alarcón y de Crenes Castro se suman los de Giovanna Benedetti, que vive en España, y Damaris Serrano, reside en Estados Unidos.

En el otro extremo, hay escritores que no acuden a la noche de la revelación de los ganadores por pánico. Y se les comprende por que el suspenso que se vive en la sala es tal que hasta a los jurados se les tensan los músculos de las cara.

Un conocido promotor cultural me reveló que nunca asiste, que lleva décadas enviando obras, pero que no soportaría ese grado de estrés. ‘Yo espero a que algún conocido me llame y me diga la noticia', me contó. Y eso que solo son segundos los que tardan los organizadores para darle la plica (el sobre donde están los datos del escritor), al notario, que lee, extrae los documentos y los pasa a los miembros de la mesa principal.

Este lunes por la noche, la jefa de Letras del Ministerio de Cultura, Aleyda de Gracia, micrófono en mano dice: Y el ganador de la categoría Ensayo es Danae Brugiati. Es su primer Miró.

En la sala, todos los presentes nos miramos. No se levanta nadie. La ganadora no vino, dice la lectora. Yo la conozco, me dice el que estaba sentado a mi lado. Es una señora muy mayor, que se dedica a la traducción, me dice.

Seguimos con la siguiente categoría Teatro. En la sala las miradas se concentran en un sobre amarillo, casi todas las plicas son de sobres amarillos aunque puden ser de cualquier color, le entregan el sobre al notario y éste pasa el contenido. Jhavier Romero Hernández es el ganador. Hay aplausos aunque los presentes sabemos que ‘Javo' no está. De Gracia hace un recuento de la trayectoria del joven, que ganó su primer Miró hace poco en Poesía. Este año sobresale en Teatro. Los que conocemos a ‘Javo', por las obras teatrales que dirige, no nos extraña su destreza en estas aguas.

Ahora viene el turno para los poetas. Y aquí si nos dio una tremenda sorpresa esta categoría. El ganador es Edwin González Alarcón, un joven que reside en el extranjero y que antes de marcharse hizo diversas tareas, pero de la que parecía estar mas orgulloso era de ser ‘quesero'.

Vinieron los aplausos para un Edwin lejano y que de seguro estaría pendiente de las redes al veredicto del concurso. Los presentes estaban eufóricos. Viene lo grueso del concurso, esto, sin restar méritos a los primeros ganadores. Y ahora viene Cuentos.

Arturo Wong Sagel es el ganador. Aplausos prolongados para Arturo, que tampoco está en la sala, pero sí es conocido entre los presentes: ha ganado antes en Teatro y es un joven reconocido en el mundo de las tablas (teatros).

Viene el momento cumbre del acto: conocer al ganador de la categoría Novela, quien tendrá la responsabilidad de leer el discurso la noche de la entrega de premios en nombre de todos los ganadores.

Aleyda de Gracia sabe que en la sala el suspenso va creciendo como una ola. Y el ganador es... y no lo dice. Y el ganador es... y no lo dice. Pedro Crenes Castro. Llovieron los aplausos para un Pedro, quien trabaja en la madre patria y que se apuntaba su segundo Miró.

Crenes Castro ganó en Cuentos y ahora brilla en la narrativa de largo alcance. Aunque son novelas de hasta 150 páginas armar una novela no es chicha de piña. Esto puede tardar años, unos dos o tres para los escritores taquilleros internacionales. Acá, para los nuestros que hacen miles de trabajos paralelos, podría tomar el doble o un poco más.

Vienen los suspiros. Los agradecimientos. La hora de las preguntas.

Los jurados están prestos a contestar todo lo que se quiera saber. Algunos se estrenan como jurados del Miró y otros repiten esta experiencia de probar la literatura panameña en la propia cocina.

Uno de ellos me contó que hay temas recurrentes en la mayoría de las obras concursantes: la invasión. Él mismo se responde diciendo que esto es normal en países que sufren este tipo de choques. La gente queda muy impactada por los sucesos.

La lucha canalera también es otro tema que los escritores trabajan para este concurso. Son hechos históricos que quieren prolongar, dejar de testimonios para las futuras generaciones.

Sobre la forma de escribir, hay de todo, unas muy buenas, otras regulares y no escapan aquellas que fueron trabajadas a la carrera para entregarlas antes del 30 de junio, fecha de cierre de la recepción de las obras.

El viernes que viene, siete de la noche, los cinco ganadores se sentarán juntos en el grandioso teatro Nacional que vuelve a acoger la ceremonia de entrega de los premios. Por el deterioro y cierre para la restauración este acto se mudaba de un sitio a otro, lo hicieron en el Tribunal Electoral y otros años en hoteles.

Cada uno se lleva $15 mil en un cheque, un pergamino y una medalla de oro. Todo esto, acompañado con unas sorpresas. Así las cosas, nos toca esperar.

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