‘El populismo no tiene ideología' Harry Brown

Puede ser de izquierda o de derecha, pero todos corren el riesgo de convertirse en autoritarios, afirma el politólogo,
  • lunes 25 de septiembre de 2023 - 12:00 AM

El politólogo Harry Brown analizó los gobiernos populistas de Centroamérica junto a su colega María Esperanza Casullo y puso en la lista a tres países: Costa Rica, Honduras y El Salvador. Los presidentes populistas no tienen ideología, son de derecha o izquierda y van cambiando según la marea de opinión. Por eso son populistas, hablan lo que la gente quiere escuchar aunque no puedan cumplirlo. Cuando lo hacen, se trata de un populismo real, como el caso de Nayib Bukele en El Salvador. Si bien Bukele ha sido sumamente criticado por la suspensión de las garantías constitucionales, el pueblo parece feliz con su gestión, tiene resultados en sus acciones.

¿Cómo se compagina esto en su análisis?

Precisamente lo que hicimos en la investigación no es justificar el populismo, sino entender cómo surge. Normalmente ocurre cuando hay demandas de la población, no sólo que no están siendo satisfechas, sino que al parecer jamás se van a satisfacer. De esta forma aparece este tipo de liderazgos que le presentan a la sociedad una explicación de cuáles son los problemas y por qué están sucediendo. Parte de la explicación es señalar a un culpable. Ahí tenemos la debilidad de la democracia y la tensión que genera el populismo en nuestros países y por eso no son regímenes autoritarios directamente. La democracia tiene dos partes, la de las instituciones conformada por los tres órganos del Estado con pesos y contrapesos, pero también está la democracia popular, lo que la gente quiere. En el caso de Bukele es tremendamente popular porque está resolviendo un problema de mucho tiempo a la población, pero tensionando a las instituciones. Por eso, a veces no es democrático, pero por otro lado en la democracia popular es muy democrático.

Nicaragua no está considerado en el estudio, ¿cuál fue la discusión al momento de discernir qué países se incluían y cuáles no?

Una de las discusiones más interesantes que tuvimos fue el caso de Nicaragua. Sencillamente Daniel Ortega no entra entre los populistas porque es un régimen autoritario. Ortega no tiene carisma, no divide a la sociedad, por el contrario, tiene un discurso de paz y armonía. No tiene el apoyo popular de su país, eso es muy importante para definir a un presidente populista. Simplemente es un régimen autoritario, sin más.

El populismo puede ser de izquierda o derecha…

Exactamente, el populismo no tiene ideología. Puede parecer de izquierdas o de derechas. Incluso los líderes populistas pueden cambiar su signo ideológico según las circunstancias, pero uno puede tener la manera de orientarlo. Hay populismos que pegan hacia arriba, cuando golpean a las élites económicas, a las políticas más o menos podemos pensar que son populismos de izquierda. Cuando son de derecha golpean hacia abajo, por ejemplo, a las comunidades LGBT, a los inmigrantes, a los profesores universitarios, como pasaba con Donald Trump. Pero en realidad pueden cambiar muy rápidamente, no son muy rigurosos hacia donde apunta el antagonismo.

¿Qué es lo más riesgoso del populismo?

Lo más riesgoso es devenir en régimen autoritario. Es una posibilidad real, he dicho que tiene un componente democrático fuerte por la democracia popular que es donde está la tensión. Pero fácilmente estos líderes políticos no se ven a sí mismos como que pierden una elección y se van, se ven redentores. Las elecciones no son suficientes para ellos y buscan quedarse como pasó con Evo Morales, Hugo Chávez, Rafael Correa, se quedan más tiempo porque ellos tienen que reparar los daños que vive la sociedad. Es la manera que se ven a sí mismos. No son líderes, son redentores y la redención toma tiempo.

¿Qué ofrece a Lombana conversar con Blandón y al final terminar en una disputa?

Le da la posibilidad de obtener más votos tomando en cuenta que no hay segunda vuelta. Lo otro que hay que valorar es que los políticos panameños se hablan. Puede ser que haya matraqueo, pero si la situación fuera distinta, en la que los políticos ni siquiera se hablaran, tendríamos una política más violenta. Por lo tanto, aunque no hay una alianza, se sientan a conversar. No hay odios y eso es importante.

En el caso del PRD, un nuevo integrante en la fórmula, y la postulación del expresidente Martín Torrijos por el Partido Popular, ¿cuál es su análisis?

El PRD ha tenido dificultades para lograr sistemas de alianzas con varios partidos. En la década de los 90s el Panameñista lograba articular alianzas porque las necesitaba. En cambio, el PRD es un partido de mediana convocatoria hegemónica que se tragaba a sus aliados y que en algunas elecciones pudo haber ganado solo. Es uno de los partidos más complejos. Dentro del PRD, con historia larga e intereses, a veces la vicepresidencia sirve para hacer alianzas dentro del partido para consolidarlo

¿Puede lograr eso Camilo Alleyne?

No lo sé, posiblemente esa sea la apuesta. Recordemos que el vicepresidente Gabriel Carrizo es relativamente nuevo en el partido y está buscando alguien que represente a algunos copartidarios con mayor trayectoria interna.

¿Y en el caso de Martín Torrijos?

Es parte de esos cambios. Hace unos años atrás hubiera sido impensable que un expresidente del PRD, especialmente Torrijos con apellido histórico, se vaya a otro partido. Pero con los cambios en la política y el aumento de la sensibilidad en contra de los partidos políticos tradicionales y presentarse como un ‘outsider' o alternativo (una persona que nunca ha ejercido un cargo en la política), Torrijos no es un outsider. Lo dicen porque, como quien dice, está apostando por fuera del partido.

¿Qué tan buena jugada es postularse por el Partido Popular?

Mira, habrá que verlo. Es cierto que el PP no es una organización muy fuerte, pero creo que hacerlo fuera de su partido le permite reverdecer algunas credenciales de novedad que obviamente luego de haber sido presidente es más difícil tenerlas.