La Pintada, 175 años de vida alegre y sana

El enorme letrero de La Pintada me da a entender que llegamos al pueblo donde me crié, llego a casa de noche 
  • martes 17 de octubre de 2023 - 12:00 AM

Cultura. Regreso al pueblo más hermoso de Panamá, donde la brisa es fresca y hay una tranquilidad única. Desde el auto ya siento la emoción de pisar tan bello lugar.

Lo primero que veo es la escuela renovada donde mis padres y tíos estudiaron, seguido me recibe aquella impresionante iglesia donde yace la Virgen de La Candelaria.

El enorme letrero de La Pintada me da a entender que llegamos al pueblo donde me crié, llego a casa de noche y la luna ilumina el lugar. Me dispongo a descansar alegre porque me espera una nueva aventura en tan bello y pintoresco sitio.

Se acerca la celebración del pueblo, 175 años de aniversario del distrito de La Pintada y la gente comparte su emoción por las fiestas que vienen. En la noche el pueblo se reune en la iglesia para esperar el paseo de las antorchas y el despliegue de fuegos artificiales. En la mañana, la gente se reune en el municipio, donde en un acto cívico se les da reconocimiento a personalidades del distrito que con sus atributos dan fe del crecimiento del amado terruño.

Con el verde que representa la vegetación que domina el lugar, el blanco que irradia la paz y tranquilidad de este bello pueblo, el rojo que representa el corazón y pasión que hay en el pueblo y las estrellas iluminan el cielo: Se resalta en cada rincón la bandera donde los corregimientos se ven reflejados cada uno en un amarillo que representa la alegría de cada uno de los habitantes del lugar, donde todos se reunen para apreciar un desfile digno del honor de La Pintada.

Varias bandas derrochan emoción con su ritmo y todos disfrutan por igual, sin olvidar el compartir con los amigos en las refrescantes aguas del río Coclé. Y después de tomar un refrescante baño en el río, descanso en las rocas que dan a la orilla. Al levantarme, camino a casa y el anochecer se ve hacia el horizonte con escalas de rojo y amarillo.

En las noches, como niños pequeños, recorremos el pueblo miles de leyendas y rumores por doquier. Al siguiente día, el clima se torna gris, La Pintada sabe que no me quiero ir, en casa comienzo a empacar las cosas, pero muy pronto regresaré para gozar del festival. Cierro con un dicho muy famoso de este pueblo: ¡Ay yo mi gente, en La Pintada si se goza diferente!

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