¡Peripecias! Estudiantes de la Unachi cuentan su odisea [VIDEO]

Aunque las autoridades educativas de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi), se niegan a concedernos entrevistas, recorrimos instalaciones de centros regionales y el campus central para conocer el estado actual de la entidad estatal de educación superior.

Mariela Franco Jiménez, cursa el segundo año de Educación preescolar, vive en Cerro Algodón, a más de una hora de distancia de Alto Caballero en la Comarca Ngäbe-Buglé, comentó que los sábados y domingos cuando tiene que viajar a sus clases paga más de cuatro dólares de pasaje. ‘Damos clase en el centro educativo que pertenece al Ministerio de Educación (Meduca), pero aquí no hay agua, las sillas son muy pequeñas porque la escuela es de niños de primaria y no son adecuadas para un adulto, desde hace nueve años la rectora nos prometió que nos iba construir una instalación propia, la comenzaron y lo dejaron la obra abandonada sin terminar'.

América Franco, hermana menor de Mariela y estudiante de primer ingreso del profesorado en Educación, concuerda en que las deficiencias en las estructuras de la escuela primaria de Alto Caballero, donde para hacer sus necesidades fisiológicas tienen que ir al monte y no cuentan con laboratorios propios lo que ha ocasionado la eliminación de la materia de informática.

De igual forma, Diomedes Salinas, residente en Cerro Miel, en el corregimiento de Peña Blanca, dijo que tiene dificultad porque tiene que caminar media hora para tomar el transporte, además demora casi una hora esperando que llegue y luego más de media hora hasta el centro de estudios. Es egresado de la Universidad de Las Américas con la Licenciatura en Inglés y se propone ingresar para el profesorado en la Unachi.

Uno de los docentes del referido centro regional, quien también solicitó omitir su identidad por temor a represalias de la administración, destacó que ‘al utilizar las instalaciones del Meduca la matrícula en algunos grupos superan la capacidad de estudiantes permitida en un aula de clases, ya que hay salones con 50 y 60 estudiantes, situación que imposibilita impartir la clase porque no cabe ni el profesor y, además no hay suficientes sillas que tampoco son cómodas porque son para niños de preescolar y educación premedia, no hay agua, no hay internet, ni equipos tecnológicos para que los chicos puedan utilizar para revisar algún proyecto o trabajo'.

Agregó que entre 25 a 30 docentes tienen que impartir clases a más de 400 estudiantes que vienen de distintos sitios de la comarca.

Las clases inician desde la una de la tarde del viernes y finaliza a las 10:10 de la noche, pero este horario no se cumple a cabalidad porque a esta hora no hay transporte, de manera que los estudiantes tendrían que caminar durante horas para llegar a su casa, luego inicia el sábado a las siete de la mañana hasta las 10:10, comentó.

Finalmente, el docente nos mostró una estructura dejada a medio palo que presenta evidente deterioro y, cuyos equipos de aire acondicionado corren el riesgo de perderse.

‘Desde el año 2013 (actual administración), la instalación cuenta con dos o tres salones, solo hace falta el equipo, la instalación de energía eléctrica y el agua, pero van diez años y todavía no se habilita, son terrenos propios donados y no se ha ampliado la cantidad de salones y no hay mobiliario ni equipo', recalcó.