Peregrino vaticina el fin del mundo
- domingo 27 de enero de 2019 - 12:00 AM
HISTORIAS
Es mediodía y el calor es sofocante. Un hombre con abundante barba gris que viste un hábito estilo monje que recuerda a los personajes bíblicos como Jesús y Moisés, sale de la iglesia de Don Bosco. Carga un bastón en cuya punta tiene tallada la cabeza de Cristo con la palabra ‘profeta'. Los transeúntes lo miran, lo saludan.
-¿Me permite una foto?- le pide un agente del Senafront quien, junto a otros compañeros, cuidan las calles donde caminan los peregrinos que participan de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Augusto Texeira sonrié. Posa para la foto. La cámara del celular hace click. El agente ya tiene su recuerdo de la JMJ.
Augusto llegó a Panamá la semana pasada y, desde entonces, ha recorrido sus calles, ha sentido la bondad de su gente.
‘Esta es mi tercera JMJ. La última vez estuve en Polonia', dice aún sonriente. Las personas que pasan por Calidonia se detienen a saludarlo. Otros lo miran con curiosidad. Todos lo llaman Moisés.
‘Yo no pertenezco a ninguna agrupación religiosa, soy una persona independiente que solo cree en Dios,', explica sin dejar de sostener el bastón que lo ha acompañado en todos los viajes que asegura ha hecho.
Augusto cree que, a pesar de que existen muchas religiones en el mundo, todas las personas son iguales y solo hay que creer en Dios.
Pero hay algo que le preocupa a Augusto: El fin del mundo.
‘El fin del mundo está cerca y ocurrirá dentro de 25 años', asegura este misionero brasileño nacionalizado estadounidense.
‘Vendrá una guerra mundial, primero habrá una decadencia financiera a nivel mundial, no habrá dinero para comprar comida, pagar la renta, comprar ropa y eso llevará a la desesperación a las personas y al final provocará la guerra', asegura Augusto.
El peregrino no precisó si la que llama Tercera Guerra Mundial, se desatará en Europa o en América.
Augusto ha recorrido 20 países y sufraga sus gastos a través de donaciones.
‘La providencia me ayuda, siempre sale alguna donación', dice este personaje que recorre Panamá y ha peregrinado por las calles y ciudades de Brasil llevando el mensaje de Dios y buscando a las almas que se han alejado de la fe, de la iglesia.
‘Panamá, aunque es un país pequeño, me ha acogido muy bien, con mucho cariño y no he gastado nada. Los panameños tienen un gran corazón', sostiene Augusto.
‘Me estoy preparando para la próxima JMJ y voy seguir viviendo así', acota este personaje suramericano.
Augusto retoma su pasos, se pierde entre los jóvenes que asisten a la JMJ. El sol sigue azotando la ciudad.