Paradoja laboral: desempleo alto y escasez de talento a la vez

El consultor René Quevedo habla que falta de estudios limita el acceso al empleo formal en el país
  • domingo 14 de diciembre de 2025 - 12:00 AM

Panamá cierra el año con una de las tasas de desempleo más altas de las últimas dos décadas, similar a la registrada en 2005 (9.8%) y solo superada por los picos de la pandemia de 2020 y 2021, por lo que conseguir empleo se ha vuelto cada vez más difícil, especialmente para quienes no cuentan con estudios. A la vez, las empresas reportan crecientes dificultades para encontrar personal calificado.

Uno de los mayores obstáculos es la falta de escolaridad. En sectores históricamente asociados a baja instrucción, ahora se exigen niveles educativos más altos, lo que deja por fuera a miles de buscadores de empleo. Según el consultor laboral René Quevedo, este año se registró un desplome en las plazas para personas con baja escolaridad, mientras que dos de cada tres nuevos participantes del mercado laboral cuentan con entre 14 y 16 años de educación formal.

Quevedo advierte que, aunque aún es temprano para hablar de una tendencia definitiva, los datos apuntan a una transición hacia una economía del conocimiento, donde las habilidades técnicas y digitales pesan más que nunca. Este cambio, sin embargo, deja rezagados a trabajadores con escasa formación, profundizando las brechas sociales.

Esa es la realidad del ciudadano Aníbal Sanjur, de 28 años, quien solo completó segundo año de secundaria por tener que trabajar desde pequeño. Lleva más de un año sin empleo fijo. “Solo me salen trabajitos. Entrego papeles y nada”, cuenta.

El panameño Raúl Antonio Lara vive una situación similar: sin estudios completos, no ha logrado ser contratado desde hace meses y ha tenido que vender perfumes en la calle para mantener a su hija.

Mientras tanto, el sector empresarial enfrenta el problema contrario: sí hay vacantes, pero falta personal capacitado. El informe de ManpowerGroup revela que el 74% de los empleadores a nivel mundial tiene dificultades para cubrir puestos, especialmente en tecnología, salud y manufactura.

En Panamá, la escasez de talento alcanza el 55%, lo que crea un choque entre oferta y demanda laboral.

Quevedo destaca que, aunque en el segundo semestre de 2025 hubo un repunte en los empleos formales por el aumento de la inversión privada y el consumo, principalmente en Panamá y Panamá Oeste, la paradoja persiste. Señala que los nuevos proyectos de infraestructura anunciados por el Gobierno podrían reactivar temporalmente la construcción, pero advierte sobre la urgencia de reimpulsar el sector agrícola. Este aporta menos del 3% del PIB, pero genera el 13% del empleo nacional, clave para absorber mano de obra con baja escolaridad.

La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, al anunciar el acuerdo de la Comisión de Salario Mínimo el pasado martes 10 de diciembre, destacó las proyecciones del Gobierno del presidente José Raúl Mulino Quintero para el próximo año, impulsadas por las megaobras en ejecución.

También informó que, a partir de 2026, trabajadores, empleadores y Gobierno mantendrán reuniones permanentes para analizar la situación económica actual, lo que genera confianza en el país para la preservación y generación de empleos estables en beneficio de todos los panameños.

Panamá cierra el año con una de las tasas de desempleo más altas de las últimas dos décadas, similar a la registrada en 2005 (9.8%) y solo superada por los picos de la pandemia de 2020 y 2021, por lo que conseguir empleo se ha vuelto cada vez más difícil, especialmente para quienes no cuentan con estudios. A la vez, las empresas reportan crecientes dificultades para encontrar personal calificado.

Uno de los mayores obstáculos es la falta de escolaridad. En sectores históricamente asociados a baja instrucción, ahora se exigen niveles educativos más altos, lo que deja por fuera a miles de buscadores de empleo. Según el consultor laboral René Quevedo, este año se registró un desplome en las plazas para personas con baja escolaridad, mientras que dos de cada tres nuevos participantes del mercado laboral cuentan con entre 14 y 16 años de educación formal.

Quevedo advierte que, aunque aún es temprano para hablar de una tendencia definitiva, los datos apuntan a una transición hacia una economía del conocimiento, donde las habilidades técnicas y digitales pesan más que nunca. Este cambio, sin embargo, deja rezagados a trabajadores con escasa formación, profundizando las brechas sociales.

Esa es la realidad del ciudadano Aníbal Sanjur, de 28 años, quien solo completó segundo año de secundaria por tener que trabajar desde pequeño. Lleva más de un año sin empleo fijo. “Solo me salen trabajitos. Entrego papeles y nada”, cuenta.

El panameño Raúl Antonio Lara vive una situación similar: sin estudios completos, no ha logrado ser contratado desde hace meses y ha tenido que vender perfumes en la calle para mantener a su hija.

Mientras tanto, el sector empresarial enfrenta el problema contrario: sí hay vacantes, pero falta personal capacitado. El informe de ManpowerGroup revela que el 74% de los empleadores a nivel mundial tiene dificultades para cubrir puestos, especialmente en tecnología, salud y manufactura.

En Panamá, la escasez de talento alcanza el 55%, lo que crea un choque entre oferta y demanda laboral.

Quevedo destaca que, aunque en el segundo semestre de 2025 hubo un repunte en los empleos formales por el aumento de la inversión privada y el consumo, principalmente en Panamá y Panamá Oeste, la paradoja persiste. Señala que los nuevos proyectos de infraestructura anunciados por el Gobierno podrían reactivar temporalmente la construcción, pero advierte sobre la urgencia de reimpulsar el sector agrícola. Este aporta menos del 3% del PIB, pero genera el 13% del empleo nacional, clave para absorber mano de obra con baja escolaridad.

La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, al anunciar el acuerdo de la Comisión de Salario Mínimo el pasado martes 10 de diciembre, destacó las proyecciones del Gobierno del presidente José Raúl Mulino para el próximo año, impulsadas por las megaobras en ejecución.

También informó que, a partir de 2026, trabajadores, empleadores y Gobierno mantendrán reuniones permanentes para analizar la situación económica actual, lo que genera confianza en el país para la preservación y generación de empleos estables en beneficio de todos los panameños.