Papá: una profesión para toda la vida
- domingo 19 de junio de 2011 - 12:00 AM
A unque sus trabajos los mantienen demasiado ocupados, entre el ajetreo y las obligaciones de todos los días, siempre sacan un espacio para lo más importante en sus vidas: sus hijos.
Disciplina, calidad de tiempo y valores son la clave para criar, educar y ver crecer a sus ‘tesoros’.
El Siglo , en conmemoración del Día del Padre, quiso ver el lado paternal de cinco personalidades públicas que en ocasiones hacen noticia, pero cuya labor de papás será para toda la vida.
LA MEJOR TAREA
Así define la paternidad, el profesor y dirigente magisterial, Andrés Rodríguez, quien es padre de seis hijos, de los cuales dos aún están en edad escolar.
Entre dictar las clases de Expresiones Artísticas en el colegio Abel Bravo, de Colón, y cumplir con sus obligaciones como secretario de la Asociación de Profesores (Asoprof), Rodríguez asegura que siempre saca un tiempo para ayudar en las tareas a sus hijos Andrés, de ocho años y Andrés Adrián, de cinco.
El domingo es el día que dedica a la familia, entre jugar fútbol y ayudar a los niños en sus trabajos escolares pasa el día entero.
De acuerdo con este educador, que lleva 38 años de experiencia, ejercer la paternidad para un docente es difícil, pues al dictar clases y al atender a los hijos no se tiene la misma paciencia, pero asegura que siempre se hace el esfuerzo.
Con sacrificio ha logrado educar a sus seis hijos: Yemil, de 32 años, es abogada, Andrés Leonel, de 25, es técnico electricista y Génesis, de 18, estudia oftalmología.
SUS ASESORES PERSONALES
Una persona 100% dedicada a su empresa, Antonio Fletcher, actual presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) confesó ser blanco de las críticas de sus tres hijos cuando lo ven en los noticieros de televisión dando declaraciones a la prensa.
‘Mis hijos me dicen que mire más a las cámaras, las críticas son para mejorar, ellos, más que mis fans, son mis asesores frente a los medios’, agregó.
Aunque su trabajo y su labor al frente del CONEP le acaparan gran parte del día, cuando este empresario, de 45 años, logra sacar un espacio para compartir con sus hijos: Alberto, Antonio y Alonso, dice sentirse ‘lo máximo’.
‘Ir al cine es uno de los pasatiempos que nos gusta a todos, también jugar fútbol o golf’, aseguró.
Al presidente del CONEP le fascina hacer una buena parrillada, sentarse en la barra y comer en familia.
Cuando uno de los muchachos comete una falta, más que una medida de represión busco elementos de privación, de los que más le gusta, explicó Fletcher.
Dice no considerarse un papá regañón, pero sí muy apegado a las normas, por lo que, en ocasiones, debe ser rígido.
A juicio de Fletcher, lo más difícil de ser papá es ponderar las decisiones que debe tomar frente a sus tres hijos en cuanto a la educación. ‘Inculcarles valores y una buena educación es la fórmula para tener buenos hijos’, aseveró.
Pese a que la labor de tener tres hijos, muy joven y muy seguido, fue un poco difícil por la atención que los chicos necesitaban, Fletcher dijo no arrepentirse, pues Alberto, de 20 años, Antonio, de 18 y Alonso, de 16, son su mayor felicidad.
SE TRATA DE CALIDAD
El poco tiempo que les dedica a sus hijos Carlos Raúl, Felipe y Andrés, debido a su trabajo al frente del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, le ha hecho comprender a Carlos Duboy que el secreto es darles calidad en las horas que pueden pasar juntos.
El poder compartir con ellos todas las actividades de la escuela y los partidos de fútbol son la mejor forma de demostrarles que son importantes en su vida.
‘Quiero que ellos sientan el respaldo de la figura paterna’, apuntó. Cuando tiene un fin de semana libre le gusta pasar con sus retoños en la playa, llevarlos donde los abuelos e ir de pesca.
En las vacaciones de medio año escolar, Duboy hace un alto en el trabajo para compartir con sus hijos, pues los días de semana los ve en el desayuno y solo media hora por las noches.
Admite que no le gusta la cocina, las labores culinarias se las deja a su esposa María Teresa Motta, pero cuando la piscina o el carro necesitan limpieza, eso sí es de su agrado.
‘Cuando trabajas muchas horas, lo que más lamentas es no pasar más con los hijos, pero lo gratificante es formarlos y verlos crecer para que echen hacia adelante. No soy un padre que los regaño, pero sí me gusta mucho la disciplina’, sostuvo el ministro.
‘UNA BENDICIÓN DE DIOS’
El tener tres hijos, según el representante de Río Abajo, es una bendición, pues considera que darle vida a un ser es la alegría más grande que hay.
Cuando el mayor de ellos, Cristian, lo ve en los enfrentamientos que tiene con el diputado Sergio Gálvez, lo empieza a ‘vacilar’.
Según Ortega, sus hijos, Cristian, de 30 años, Mairene, de 22 y Faviola, de 21, hacen de él lo que les da la gana, pues han compartido su vida política.
‘No soy un papá que los regañe muy a menudo, pero sí los aconsejo mucho’, indicó.
Con su hijo Cristian tiene una afición: prender un fogón eléctrico y asar carne, especialmente cuando hay un partido de fútbol o una buena cartelera de boxeo. Comer es una de las actividades que muy bien compartimos todos.
Ortega manifestó que si uno de sus hijos aspira a un cargo de elección popular lo apoyaría incondicionalmente.
ORGULLOSO DE SER PAPÁ
Los logros académicos que ha alcanzado Miguel Antonio Bernal (hijo), hacen sentir al catedrático y abogado constitucionalista -del mismo nombre- orgulloso de su único vástago.
Miguel Antonio Bernal (padre) dice sentirse feliz de que su hijo haya seguido sus pasos.
La relación que comparten se basa en la confianza y en vivir al máximo los momentos juntos, compartimos lecturas y deportes como el béisbol, ese es el favorito de Miguel.
‘Le inculqué el amor a la tierra que lo vio nacer, eso es muy importante’, sostuvo Bernal.
Para él, los regalos en el Día del Padre no son muy importantes, pues prefiere una buena comida con las amistades y sobre todo, un gesto de cariño.