Panamá espera que la paz en Colombia mejore la seguridad de la frontera

El ministro de Economía y Finanzas de Panamá, Dulcidio de la Guardia, y la vicecanciller, María Luisa Navarro, señalaron hoy a Efe en Jerusalén que esperan que la paz en Colombia mejore la situación de su frontera con ese país vecino.

"Esperamos que la paz en Colombia ayude a mitigar el impacto del tráfico de drogas en nuestro país y también a atender el problema de la inmigración ilegal", declaró De la Guardia, de visita oficial en Israel esta semana junto a una delegación gubernamental para estudiar la gestión del agua en el país. "La frontera con Colombia es una frontera complicada por varias razones.

Primero, no tenemos una frontera formal, por la selva del Tapón de Daríen. Y ahí tenemos el problema de la enorme inmigración ilegal destinada a Estados Unidos", dijo De la Guardia.

"Los inmigrantes pasan por Brasil, Colombia, Ecuador, y Panamá es parte del camino. Enfrentamos hoy en día una cantidad importante de inmigración ilegal, que tiene como objetivo seguir su camino y estamos tratando de hacer frente a ese problema con nuestros amigos de Colombia", precisó.

"El otro problema que tenemos es el del combate al narcotráfico. Todo lo que es la región centroamericana es parte de ese corredor que lleva la droga producida en Colombia hacia los centros de consumo al norte de Centroamérica", lamentó, y mostró su esperanza de que el acuerdo de paz en el país vecino derive en un mayor control en la zona fronteriza que mejore la situación para ambos.

Navarro precisó que a día de hoy "hay registrados en la frontera alrededor de 2.000 inmigrantes, entre haitianos y extracontinentales", a los que Panamá proporciona "la atención humanitaria que corresponde cuando llegan a territorio panameño".

"Se les crean albergues, son atendidos médicamente y se les dan los insumos que necesitan para sobrevivir. Y se van en flujos controlados para seguir su recorrido hacia el norte", indicó la vicecanciller.

"Esperamos que los campos de Colombia que estuvieron mucho tiempo afectados por la guerra y el conflicto puedan ser incorporados a economías formales y lograr desarrollos sostenibles para ellos y para el país, que puedan aportar de forma directa a la economía en sectores formales", asegura, y señala que ese es el gran reto al que se enfrenta ahora el país vecino.