Panamá enfrenta un repunte de malaria; estas son las zonas más peligrosas

Dos muertes por esta enfermedad que transmite el mosquito Anopheles se han reportado en lo que va del 2025
  • viernes 09 de mayo de 2025 - 10:00 AM

Dos muertes por malaria se han registrado en Panamá en los primeros cinco meses del 2025, según confirmó el Ministerio de Salud (Minsa). Ambos fallecimientos corresponden a niñas menores de edad: una de 15 años residente en Panamá Este y otra de 10 años de la provincia de Veraguas.

Estas son las primeras muertes por esta enfermedad desde 2017, en un contexto alarmante de incremento sostenido de casos. Según datos oficiales, en 2023 se contabilizaron 11,659 casos de malaria, y para el cierre de 2024 la cifra aumentó a 15,109, reflejando un incremento sostenido en la transmisión.

Las regiones con mayor número de casos continúan siendo las comarcas indígenas, especialmente Guna Yala, Emberá-Wounaan y Ngäbe-Buglé, así como las provincias de Darién, Veraguas y el sector este de la ciudad capital.

El repunte se ha vinculado a factores como el aumento de la movilidad humana hacia zonas de transmisión activa, deficiencias en el acceso a servicios de salud en áreas rurales y los efectos del cambio climático, que favorecen la proliferación del mosquito Anopheles, principal vector de la enfermedad.

La malaria es una enfermedad infecciosa causada por parásitos del género Plasmodium, transmitida por la picadura de mosquitos infectados.

Sus síntomas pueden incluir fiebre, escalofríos, vómitos, dolor abdominal y, en casos graves, complicaciones como malaria cerebral o insuficiencia renal.

El Minsa recomienda a quienes residen o se desplazan a zonas de alto riesgo como Darién, Guna Yala y Panamá Este el uso de mosquiteros tratados con insecticida, ropa de manga larga y repelente, así como acudir de inmediato a los centros de salud ante síntomas sospechosos.

Las autoridades sanitarias reiteran su compromiso con la vigilancia epidemiológica, el control de vectores y el fortalecimiento de las acciones comunitarias para contener la expansión de esta enfermedad, que continúa golpeando con más fuerza a las poblaciones más vulnerables del país.