En ‘Palo Verde' se comen un cable, piden empleo y ayuda

En las zonas rurales tener una bolsa de comida es un milagro anhelado
  • domingo 11 de julio de 2021 - 12:00 AM

José Rito Echeverría tiene 60 años y reside en la apartada comunidad de ‘Palo Verde', en el distrito de Antón, en la provincia de Coclé.

Al no tener un trabajo estable, se ve en la necesidad de salir todos los días a ‘camaronear', con machete en mano, camina por el pueblo de día y de noche, buscando cualquier trabajito.

Cuida casas y corta herbazales a quien se lo pida, nos comentó que le pagan una miseria por cuidar el rancho de personas acomodadas, si acaso recibe 12 dólares y si es más de tres días solo le dan 20 dólares. Pero, peor es nada.

En el pueblo es conocido como ‘Risa', su forma de ser y su carisma hace que las personas le tengan confianza fácilmente. Tiene una discapacidad, es de lento aprendizaje, pero para él no es impedimento para trabajar de lo que sea.

Laboraba en el Municipio de Antón, pero fue despedido sin mayor explicación antes de que llegara la pandemia. Desde ahí, todo ha sido complicado.

El Vale Digital le llegaba a él y a su Yuri, pero hace cinco meses dejo de aparecerle en su cédula. Con esa ayuda estatal lograban ayudar a su familia, pero ahora tienen la necesidad de salir a buscar lo que sea por un par de reales.

Angustiado, dice que estaría dispuesto a realizar trabajo comunitario para poder seguir recibiendo el beneficio del vale, pero no tiene internet en su rancho, mucho menos un celular inteligente con data.

El pueblo de ‘Palo Verde' al ser un lugar de difícil acceso está casi incomunicado, la señal es muy baja y para poder comunicarse con un familiar de la capital deben caminar por más de una hora hasta la carretera. Las oportunidades en el pueblo son escasas, las necesidades son notables y para entrar al lugar hay que hacerlo caminando por la mala condición de las carreteras.

El ‘Palo Verde' abundan las historias de necesidad y falta de ayuda del Gobierno. El pueblo es pobre y las carencias saltan a la vista, hay casas de zinc, de barro y aún mantienen letrinas de hueco, otros viven de la compasión que les tienen otros residentes.

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