- domingo 24 de noviembre de 2024 - 12:00 AM
En plena hora del día, aún se puede ver cómo niños en las calles venden productos en vez de estar en las escuelas.
Un claro ejemplo de esta situación se observa en La Chorrera, donde un niño, que a duras penas tiene 10 años, se encuentra vendiendo pastillas en la vía principal. Los transeúntes han solicitado a las autoridades que investiguen este caso, ya que este infante debería estar en un centro educativo en lugar de estar trabajando en la calle.
La realidad es que en Panamá aún existen menores sometidos al Trabajo Infantil (TI), a pesar de que el país sigue imponiendo la pauta al ser el primer país en erradicarlo para el año 2025.
Según la encuesta sobre TI realizada por la Contraloría General de la República (INEC) en 2016, se reportó que 23,855 niños, niñas y adolescentes estaban trabajando en diversas actividades. Esta cifra, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), podría haber aumentado a nivel mundial debido a los efectos de la pandemia del Covid-19.
René Quevedo, consultor laboral, señaló que es fundamental priorizar la erradicación del trabajo infantil para que los menores no abandonen sus aulas escolares y puedan acceder a una educación adecuada.
El experto añadió que hacen falta más estrategias y recursos para erradicar completamente esta situación.
El exministro de Educación, Miguel Ángel Cañizales, estimó que en Panamá existen entre 3,000 y 3,500 niños y adolescentes en condiciones de Trabajo Infantil (Contraloría, 2023) , especialmente en Chiriquí y Bocas del Toro, donde muchos quedan fuera del sistema educativo.
Cañizales señaló que el TI tiene efectos irreversibles en la salud, el desarrollo emocional, social y educativo de los menores, y puede perpetuar los ciclos de pobreza.
Además, destacó que uno de los impactos más inmediatos es el abandono escolar. Según datos de la Unesco, en América Latina y el Caribe hay aproximadamente 23 millones de niños y adolescentes de entre 4 y 17 años que está fuera del sistema educativo. En Panamá se habla de una cifra aproximada de 122,000.
Cañizales reiteró que esta situación exige esfuerzos coordinados entre gobiernos, comunidades y organizaciones internacionales para garantizar el acceso a una educación inclusiva y de calidad, en que los niños, niñas y adolescente son sujetos de derecho . Además, están respaldados con convenciones internacionales y tienen derecho a una educación de calidad.
El Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) informó ayer que entre julio y octubre de este año se realizaron 130 jornadas de sensibilización, en las que 3,185 personas fueron orientadas con el objetivo de erradicar el trabajo infantil.
La ministra Jackeline Muñoz de Cedeño señaló que estas jornadas continuarán en diferentes puntos del país, con el fin de proteger los derechos de la niñez panameña.
Hasta abril de este año, el Mitradel detectó a 13 niños, niñas y adolescentes ejecutando diversos trabajos como cocineros, cajeros, en vertederos y en la cosecha de café.
En comparación con el año anterior, cuando se encontraron 38 menores trabajando, los esfuerzos parecen estar logrando una leve disminución, aunque el problema persiste.
El trabajo infantil sigue siendo especialmente prevalente en las áreas urbanas, en las principales ciudades de las provincias, y en las zonas rurales agrícolas productoras de café, granos y hortalizas.
Según la OIT, el trabajo infantil se define como aquel que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, lo que resulta perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.