Mujeres que dejaron huellas

Clara González, Gumercinda Páez y Marta Matamoros, féminas de temple
  • jueves 08 de marzo de 2018 - 12:00 AM

VISIONARIAS

Panamá necesita más Clara González, Gumercinda Páez y Marta Matamoros, coinciden las fuentes consultadas para este reportaje.

Pero, ¿quiénes fueron ellas? ¿Se le reconoce su aporte en la lucha por la igualdad? Hoy, Día Internacional de la Mujer, resaltamos de forma breve la trayectoria de estas ejemplares y valientes luchadoras.

Abrió el camino a abogadas

Clara, hija de una indígena ngäbe y un español, se graduó primero de profesora de primaria, en el año 1918, y luego se matriculó en la Licenciatura en Derecho, y logró convertirse en la primera mujer abogado en tiempos en que la profesión era exclusiva de los hombres.

Con el título en casa, tuvo que esperar cinco años, hasta 1924, para poder ejercer la profesión. Cerca de ese periodo, en 1923, junto a otras valientes damas, fundó el Partido Nacional Feminista. Unos años más tarde, en medio de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, en 1944, Clara fundó un nuevo colectivo denominado Partido Unión Nacional de Mujeres y fue candidata a diputada por el partido Liberal Renovador, enfrentándose en la contienda a Gumercinda Páez.

Entre 1945 y 1946 ejerció los cargos de viceministra de Trabajo, Previsión Social y Salud Pública. Fue la primera candidata a la vicepresidencia de la República, en 1948.

Con la creación del Tribunal Tutelar de Menores, en 1951, se convirtió en la primera mujer en acceder al cargo de jueza de menores.

‘Ella retó a la sociedad, estudiando derecho sabiendo que no le iban a reconocer el título, en su tesis aboga por que la mujer no fuera discriminada en el que planteó el voto a la mujer, ella abrió este camino', indicó la catedrática de la Universidad de Panamá, Anayansi Turner.

Marta, en el derecho laboral

Así como Clara fue la primera jurista, Marta Matamoros fue la primera mujer sindicalista de país.

Era modista y conocía al detalle los problemas que vivían los trabajadores de las fábricas. Alcanzó peldaños importantes en el Sindicato de Sastres y Similares, en el que las mujeres eran escasas.

Organizó la huelga de trabajadores en la fábrica Bazar Francés, que duró 38 días y colaboró activamente en la elaboración del Código de Trabajo, con la presentación de la propuesta de ley en la Asamblea para otorgar a las mujeres embarazadas, catorce semanas de descanso con salario.

Participó en 1947, en la movilización contra el convenio que cedía terrenos panameños a las bases militares y, en 1951, se convirtió en la primera mujer en ser la secretaría general de lo que es hoy la Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CGTP)

Luego de respaldar una huelga de conductores de buses en Río Abajo, fue encarcelada en la Cárcel Modelo por 99 días, lugar en el que inició una huelga de hambre que duró 14 días.

‘Aprendí a enfrentar injusticias con las trabajadoras y los trabajadores. Jamás pensé en reconocimiento alguno. Mi compromiso fue por la libertad de nuestra Patria. Por el derecho de nuestro pueblo y de las mujeres con su emancipación y oportunidades en el trabajo. Ha habido logros importantes, pero queda mucho por hacer', dijo antes de morir en un homenaje a la mujer.

‘Fue una mujer valiente y luchadora. Todas las panameñas le debemos la licencia de gravidez. Ella nos instó a que dejáramos el temor para organizarnos como mujer y el legado de búsqueda por mejores condidiciones laborales', indicó la actual presidente de la CGTP, Nelva Reyes.

Gumercinda, en la Asamblea

La maestra de enseñanza primaria Gumercinda Páez fue la primera mujer diputada de la Nación.

Páez cursó estudios de artes manuales y pintura y, en la Escuela de Artes y Oficios, obtuvo el diploma de reparación de máquinas.

En 1945, obtiene el diploma de Licenciada en Humanidades por la Universidad de Panamá.

Como diputada, trabajó en la creación de las guarderías infantiles, en el reconocimiento de la paternidad, en la igualdad de los derechos de las mujeres en temas de salarios, apoyó la inclusión del fuero de maternidad de Marta Matamoros y defendió a los grupos antillanos, así como sus ideales religiosos.

‘Ella irrumpió en el escenario político marcado por el machismo. Ese es el legado que las mujeres hoy disfrutamos, que hoy podemos levantar nuestra voz y decir aquí estamos. Dejamos claro que somos ciudadanas de primera clase', manifestó Elia López de Tulipano, miembro fundadora del Foro de Mujeres Políticas.

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