La microbióloga de Guadualupe

Librada se inscribió para los exámenes de Medicina y la prueba psicológica le indicó otro camino: la licenciatura en biología con orientación en microbiología y parasitología. Un nombre rimbombante para una estudiante de Ciencias de la escuela Pedro Pablo Sánchez de La Chorrera.

Antes de ese momento, la ciencia dormía en un rincón de su memoria. Recuerda que las clases de ciencia en la escuela primaria y en la premedia eran divertidas. En los tres últimos años de bachiller fue

Creciendo su interés por la biología y la química.

"No elegí mal. Me siento muy contenta con mi decisión. No me veo en un hospital atendiendo a la gente, creo que para eso hay que tener cierta vocación", comparte Librada, la primera bióloga del hogar formado por una ama de casa y un conductor de transporte colectivo.

Durante los cinco años de estudios en Biología, hay tiempo para seguir explorando si esa es la carrera que le gusta al estudiante. Comienzan con un tronco común de materias. "Uno va viendo qué cosas le gustan, desde la biología vegetal, biología animal, microbiología".

En el caso de Antonia le gustó trabajar los laboratorios que tenían que ver con microbiología. "Creo que eso me llegó por una visita que hizo la escuela a la Facultad de Ciencias en la Universidad de Panamá, tengo un recuerdo: vi, por primera vez, una bacteria en un plato petri.

"No le voy a mentir que si hubo materias que no fueron sencillas para mí, física, química, química orgánica y otras, más pues, o sea, siempre hay como dificultades, pero definitivamente que en mi caso, la microbiología que no era fácil tampoco, pues, si me gustaban mucho esas clases", puntualiza.

Concluida aquella etapa, Librada toca las puertas del Instituto de Investigaciones

Científicas Avanzadas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP) para su tesis, sobre bacterias marinas. "Aquí me salió la oportunidad de trabajar como asistente de investigación para el laboratorio de microbiología con el doctor Marcelino Gutiérrez. Casi tres años trabajando en el aislamiento de bacterias, ensayos de antagonismo, en donde uno buscaba ver qué bacteria podía inhibir el crecimiento de otras bacterias y ver si tenían potencial como antibiótico o antifúngico".

El doctor Marcelino buscaba identificar el compuesto que producen algunos grupos de bacterias asociadas a invertebrados marinos. Ver si alguna de ellas tenían potencial como productora de estos compuestos antibióticos o antifúngicos e incluso antiparasitarios.

Las bacterias conque trabajaban eran traídas de la costa del Caribe, del Pacífico de Panamá, específicamente en Bocas del Toro, Punta Galeta en Colón, Coiba y la isla de Otoque.

En 2011 se graduó de la licenciatura y luego vino el doctorado. "Surgió la oportunidad de participar en una convocatoria para un doctorado en Biotecnología con el INDICASAT en un programa conjunto con una universidad de India.

Son entre cuatro y cinco años de estudios. "Todo el programa, la investigación, se desarrolla, en Panamá, pues en mi caso con el INDICASAT y en el caso de otros compañeros, vi a algunos con el Smithsonian, el Gorgas y, así pues, un programa bastante amplio".

Después del doctorado hay otro escalón más. "Buscar posiciones postdoctorales, en mi caso tuve la oportunidad de trabajar con el Dr. Luis Mejía, para un proyecto que ha sido financiado por el Fondo Global para el Ambiente, en este proyecto estamos trabajando con hongos endófitos asociados al café. Son los que ven dentro de las hojas de las plantas y en este caso nos estamos enfocando en este cultivo que es tan importante y esto es con el objetivo de buscar o tratar de encontrar si uno de estos hongos puede actuar como agente de control biológico para este tipo de cultivo".

Sobre su futuro en la investigación, le gustaría seguir trabajando con microorganismos, tanto bacterias como hongos y también hacer algo de comunidades microbianas, para conocer cuáles son las características que pueda tener un sistema en específico, ya sea planta o incluso en humanos, cuáles son los microorganismos que están asociados.

¿Cuántos necesitamos en Panamá? Librada contesta que estamos evolucionando en investigación, trabajando de forma más multidisciplinaria, que si eso se sigue dando, vamos a poder tener más personas interesadas en la investigación, porque pueden ser médicos, ingenieros, científicos que podamos tratar de resolver un problema desde diferentes perspectivas.