Vestido con un suéter polo de color celeste y sentado en la comodidad de su habitación en la Embajada de Nicaragua en Panamá, donde se encuentra asilado, el expresidente de la República, Ricardo Martinelli, mostró este viernes su reproche en las redes sociales después que la medianoche del jueves se venciera el salvoconducto para viajar a Nicaragua.

"Era una vil trampa la que me estaban tratando de hacer. Por un lado, me estaban dando una supuesta salida, y por el otro lado, me querían joder, inventándome una serie de cosas. Con esta gente no se puede confiar", dijo el exmandatario a través de su cuenta de Instagram.

A pesar de la situación, Martinelli dijo que se siente “muy contento” de poder continuar sirviéndole al país.

La Cancillería de Panamá informó que, dentro del plazo estimado, no recibió respuesta del Gobierno nicaragüense sobre la aceptación del expresidente en su territorio, debido a que el país centroamericano considera que se trata de una “emboscada”.

“Como consecuencia de la falta de respuesta, a pesar de que se envió por canales formales toda la documentación solicitada por el Gobierno de la República de Nicaragua, el salvoconducto ha llegado a su término”, anunció al país la Cancillería.