Martinelli recula por segunda ocasión
- sábado 19 de marzo de 2011 - 12:00 AM
El presidente de la República, Ricardo Martinelli, por segunda ocasión, se vio obligado a sancionar la derogación de una ley que había impulsado con bombos y platillos en la Asamblea Nacional.
El 12 de junio de 2010 se aprobó en tercer debate el proyecto de ley 177, sobre desarrollo de la aviación comercial, la cual incluía otras disposiciones en materia judicial, ambiental y laboral que generaron polémica.
La legislación conocida como ‘ley chorizo’ eliminaba la cuota obligatoria de los sindicatos. Las protestas que se concentraron en la provincia de Bocas del Toro desencadenó enfrentamientos entre indígenas de la comarca Ngäbe-Buglé y miembros del control de multitudes que por varios días replegaron a los protestantes de las calles a punta de bombas lacri-mógenas.
El saldo del enfrentamiento fue de tres indígenas muertos y otro centenar de lesionados que perdieron parte de su vista, tras ser impactados por balas de gomas.
Tres meses después, la mesa de diálogo que se instaló para analizar el tema recomendó a la derogación de la ley.
La lección que había aprendido el Ejecutivo era que una ley no se impone, más bien se consulta.
LA HISTORIA SE VUELVE A REPETIR
Pero la enseñanza le duró poco. El 11 de febrero, con la misma premura con la que fue aprobada la ‘ley chorizo’, el presidente Martinelli sancionó la Ley 8 que reformaba el Código Minero.
Esto le permitía a las empresas privadas y gobiernos extranjeros invertir en concesiones mineras.
Los indígenas de la comarca Ngäbe-Buglé que refutaban la medida desde su discusión en la Asamblea regresaron a los cierres de calles para mostrar su rechazo. Un indígena murió cuando el carro en que trasladaba para un cierre de calle se volcó
En un intentó de prosperar la ley, el Ejecutivo firmó con el cacique Rogelio Moreno un acuerdo en el que se comprometía a no explotar yacimientos en Cerro Colorado y otras áreas indígenas.
Los indígenas rechazaron el acuerdo y se indignaron con Moreno porque durante su firma no se le consultó de la medida.
Luego los propios indígenas retuvieron a Moreno para castigarlo con métodos tribales.
El mandatario Martinelli, al ver que su plan no daba resultado, visitó la comarca para iniciar un diálogo que lo llevó a reflexionar por segunda ocasión sobre una ley que no fue consultada y apoyada únicamente por la aplanadora de diputados oficialistas.