Leishmaniasis, la fiebre negra que ronda Capira

Van 425 nuevos casos hasta la fecha, según informe del Minsa
  • lunes 20 de mayo de 2024 - 12:00 AM

Lo que comenzó con una sencilla raspada en un brazo derecho se convirtió en estrés total para el ciudadano Andrés Ortega. Al ir al médico le detectaron: leishmaniasis. Su herida en pocos días fue aumentando de tamaño.

Esta enfermedad también es conocida como Kala-Azar (fiebre negra, en hindi).

El panameño, que reside en La Chorrera, Panamá Oeste, en un principio pensó que era una simple picadura de chitra luego de un paseo en Ciri de Capira.

Luego del diagnóstico comenzó su odisea, pues la picazón que era constante, no era nada comparado a la búsqueda del tratamiento. Ya que debía trasladarse hasta el Cacao de Capira para conseguirlo. En total fueron 30 inyecciones. “Estas dolían a ser aplicadas”; recordó.

El miedo del joven, de 30 años, era no poder controlar el tamaño de la herida que cada vez se hacía más grande y notoria. Confesó que fue agotador el buscar las inyecciones. Al igual que Andrés, el niño Manuel Cedeño, que vive en Capira centro, también fue afectado por la leishmaniasis en este año.

El infante fue llevado a un centro de Salud en Capira donde se le detectó la enfermedad; con el diagnóstico también se le comunicó a la madre, Yesenia, que las inyecciones no se encontraban en la instalación de Salud. Debían trasladarse a un centro de difícil de acceso del distrito para conseguirlas.

“Tenía una llaguita al inicio, pero al paso de tres días la herida creció a la forma de una moneda de un real”, dijo la madre, quien en el desespero busco ayuda alternativa.

“La llaga llegó a crecer hasta el tamaño de una moneda de 50 centavos”, contó la ciudadana, quien da gracias a Dios que en un un mes su pequeño se curó con plantas medicinales.

Según datos de la Caja de Seguro Social (CSS) en Capira existe esta enfermedad endémica transmitida por una “chitra”, “jején” o “quemador”, algunos de los nombres con los que se conoce en Panamá al insecto hembra de la especie flebótomo, infectado con el parásito protozoo del género leishmania.

El último informe del departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa), detalla que van 425 nuevos casos acumulados hasta la fecha. En la semana epidemiológica No. 19 se reporaron 36 casos, divididos en las regiones de Panamá Oeste (11), Bocas del Toro (5), Coclé (4), Panamá Norte, Colón y Veraguas (3 cada uno), Panamá Metro y Comarca Ngäbe Buglé (2) y por último Chiriquí, Darién y Panamá Este (1).

Datos de la CSS aseguran que en Panamá se presentan, anualmente, un aproximado de 2,000 a 3,000 casos.

De acuerdo con director de la Región Metropolitana de Salud, Israel Cedeño, los protozoos (microorganismos infecciosos unicelulares) leishmaniasis se transmiten a través de picaduras del mosquito flebótomo (mosca de la arena) infectado.

El galeno advirtió que las personas afectadas pueden presentar síntomas leves o inexistentes o tener úlceras cutáneas (leishmaniasis cutánea) o úlceras en la nariz, la boca o la garganta que pueden provocar desfiguración grave (leishmaniasis mucosa), o fiebre, pérdida de peso, fatiga y aumento de tamaño del bazo e hígado (leishmaniasis visceral).

Reiteró que el diagnóstico de la infección es mediante el análisis de muestras de tejido infectado o al realizar análisis de sangre.

Según el epidemiólogo, los fármacos utilizados para tratar la infección dependen de la forma clínica de la enfermedad, el estado del sistema inmunitario de la persona afectada, la especie de leishmaniasis que está causando la infección y dónde se contrajo. Estos pueden ser: antimoniato de meglumina inyectable; miltefosina tabletas.

El pediatra Max Ramírez, enfatizó que los casos de leishmaniasis están incrementándose. “Si el insecto pica a un animal contaminado y a su vez pica a un humano, entonces se trasmite la enfermedad”, reiteró el galeno, quien dijo que algunos no terminan el tratamiento por lo doloroso que resultan las inyecciones.