José Domingo Ulloa anuncia parroquia en honor al santo ‘milenial’
- domingo 07 de septiembre de 2025 - 3:00 PM
En la homilía de este domingo 7 de septiembre, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá, celebró la existencia de dos nuevos santos: Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, jóvenes que hoy fueron canonizados por el papa León XIV.
En este Jubileo dedicado a los adolescentes, Ulloa Mendieta anunció con entusiasmo el establecimiento de la futura Parroquia Carlo Acutis, una comunidad que comenzó como una modesta capilla en residencias y parques de un área habitacional.
La futura Parroquia Carlo Acutis representa un modelo de colaboración comunitaria, fe tenaz y cooperación continua entre laicos, diáconos y sacerdotes que, en conjunto, siguen forjando una Iglesia dinámica y esperanzadora para las nuevas generaciones.
“Así, al igual que San Carlo Acutis nos mostró cómo vivir la santidad a través de lo simple y cotidiano, esta parroquia surge como un símbolo de que la Iglesia permanece viva y juvenil, con la misión de acompañar a adolescentes y familias, brindando luz ante los retos actuales”, expresó Arzobispo.
En su disertación, José Domingo también abordó la realidad de la adolescencia en Panamá, señalando que esta etapa vital presenta significativos obstáculos, ya que aproximadamente uno de cada tres jóvenes se encuentra en peligro de abandonar sus estudios, mientras que solo el 50 por ciento de aquellos entre 15 y 17 años logra finalizar su educación secundaria. Adicionalmente, más de 119 mil jóvenes de entre 15 y 24 años ni estudian ni trabajan, sin contar con los elevados índices de embarazos adolescentes, que han promediado 21 casos diarios en los últimos años. Estas circunstancias restringen las posibilidades de desarrollo y crean condiciones de vulnerabilidad creciente.
Añadió que, la situación se vuelve aún más complicada para los adolescentes con discapacidades, quienes se enfrentan a barreras que dificultan su acceso a una educación que sea inclusiva, a servicios de salud apropiados y a entornos que reconozcan y aprecien sus talentos y habilidades. Igualmente, los jóvenes indígenas y afrodescendientes a menudo experimentan discriminación, estigmatización y exclusión social, lo que conlleva un aumento en los riesgos de violencia, una menor disponibilidad de oportunidades y una escasa participación en los procesos que impactan sus vidas y comunidades.
No obstante, a pesar de estas adversidades, la juventud panameña ha evidenciado una notable resiliencia, creatividad y un profundo anhelo de construir una nación más equitativa y solidaria.