Independencia Judicial: realidad, necesidad o mito

- domingo 26 de marzo de 2023 - 12:00 AM
El jurista, filósofo, escritor y juez inglés, Henry Brougham, escribió lo siguiente: ‘El Poder Judicial debe mantenerse completamente distinto al poder legislativo y Ejecutivo en el Estado. Esta separación es necesaria tanto para asegurar la independencia de las funciones judiciales y para impedir que sean influenciados por los intereses de las partes o por la voz del pueblo'. Este pensamiento resonó varias veces en mi mente, por múltiples razones: primero, por haber sido escrito por un juez y, segundo, por el Resumen Ejecutivo sobre la práctica de derechos humanos 2022, en Panamá, elaborado por la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajos, del Departamento de Estado, del gobierno de los Estados Unidos, mediante el cual se establece: ‘Las cuestiones importantes de derechos humanos incluyeron informes creíbles de: problemas graves con la independencia del poder judicial;….' https://www.state.gov/reports/2022-country-reports-on-human-rights-practices/panama/.
Las anotaciones antes señaladas me conducen a realizar la reflexión siguiente: primero, partir del concepto y la importancia de la independencia judicial, para lo cual tengo que señalar que la misma hace referencia a la garantía jurídica que garantiza el acceso a la justicia, a sentencias fundamentadas exclusivamente en los lineamientos establecidos en el ordenamiento jurídico que les rige y, por consiguiente, a la no injerencia de otros poderes del Estado en el manejo de la administración de justicia de un país, los cuales puedan llevar a que el juez sienta temor de dictar sus fallos en Derecho. Además, la independencia jud icial es importante para determinar el nivel de fortaleza de la personalidad jurídica del Estado, ante la comunidad internacional de la cual forma parte. En un segundo punto, el nivel de independencia del Poder Judicial, lo determina, entre otras cosas, el perfil del funcionario judicial, el cual está conformado por su formación académica, experiencia, solvencia moral y salud social que este manifieste. Esto indica, que, si ese operador judicial carece del conocimiento técnico que requiere el cargo que se encuentra desempeñando, él o ella, va a depender del trabajo realizado de su personal subalterno, el de sus compañeros y lo que le digan sus superiores, puesto que al no tener el conocimiento depende de los demás y esa dependencia lo conducirá a cometer errores que resultarán en violación de los derechos humanos.
Por otra parte, como tercer punto, si el juez o fiscal, no cuenta con solvencia moral, trabajará en función de sus intereses y no a favor de la justicia. Por lo tanto, verá en cada caso una oportunidad para aumentar su pecunio económico y poder político; ocasionando con esto el aumento de corrupción que al final le ayuda a incrementar el empoderamiento al crimen organizado.
Como último punto, el funcionario judicial con una débil salud social. Es decir, si su imagen ante la sociedad está deteriorada por situaciones de diversas naturalezas, sentirá terror que esa condición salga a flote, volviéndose entonces, también dependiente en sus fallos.
En cuál de todas las situaciones señaladas con anterioridad, se encuentra la justicia panameña.