‘No le hice la cama, sino que apoyé a Terrientes'
- lunes 04 de julio de 2016 - 12:00 AM
ENTREVISTA
A Miguel Mayo, actual ministro de Salud, le preguntan si le hizo la cama a su exjefe Javier Terrientes. Él lo niega, asegura que es su ‘pana' y que nunca le haría eso. En plena crisis de influenza, Mayo está convencido de que el gobierno ha actuado responsablemente, que no va lento, y que se ha vacunado a casi tres cuartos de la población.
La gente se queja de que la cosa está dura en la calle, que el Gobierno va lento, ¿usted, como lo ve?
Yo lo que creo es que nos estamos comparando con el gobierno anterior que iba muy rápido. Es como si un carro anda a 200 kilómetros por hora y le dicen: ve con calma que puedes atropellar gente. Nosotros vamos a cien, y vamos bien. Cuando ves el mercado de Panamá y el crecimiento económico sigue siendo el primero en América Latina por mucho sobre el resto de los países. El mercado mundial decreció pero nuestro país sigue creciendo.
Cuéntenos cómo se vivió la salida de su antecesor en el despacho…
Yo soy muy amigo de Javier Terrientes y en lo que yo crea que le puedo ayudar, lo haré.
Dicen que usted le hizo la cama..
No solo no le hice la cama, sino que lo apoyé siempre. Fue muy desafortunado, hubo de todo un poco y la gente escribe lo que le da la gana porque se mete también en la vida privada de la otros, y eso no me parece justo.
¿Pero lo que no queda claro es para qué fue a Chicago?
A mí me dijo que iba a realizar cursos de asuntos de cardiología para mejorarse como profesional y que no había ido a ningún partido de fútbol.
¿Pero irse en plena crisis del AH1N1?
Bueno, tengo entendido que había sacado la cita desde antes.
Pero la podía cancelar y reprogramar….
No emito opiniones al respecto, paso.
¿Qué se siente tener cincuenta años?
Mucho, pero uno no se da cuenta que sigue creciendo y sigue llamando a la sus hijos como unos niños. Yo recuerdo cuando estaba en la escuela decía: un viejo de cincuenta años. No creo que los de cincuenta son viejos porque ya los cumplí. (Se ríe)
¿Cuál es su mayor temor en la vida?
Dios.
¿A qué enfermedad le teme?
La verdad le temo a la enfermedad que pudieran tener mis hijos. A las letales. Todos son adolescentes.
¿Cómo le habla a sus hijos de educación sexual?
Es una muy buena pregunta. Es difícil porque tuve un padre muy conservador y jamás hablamos de eso. A los varones sí les he hablado al respecto, pero te soy franco, con mi hija menor no he podido, ya estoy tarde.
¿Es materia femenina?
Sí, con la madre ha hablado un poquito.
¿Cómo cambia educar a un varón que a una mujer?
Es totalmente diferente. Desgraciadamente vivimos en una sociedad machista, la educación es distinta, los juguetes que les compramos etc. Yo hablo de una manera con los niños y de otra con las niñas. Mis hijos míos me reclaman porque trato diferente a la hija, es la única y la que manda.
¿Y el proyecto de educación sexual que está en la Asamblea cómo lo ve?
Bien. Lo he apoyado, creo que hay que hacer educación sexual. Hemos conversado con la ministra para que ahora que van a tener la jornada única escolar se pueda incluir una asignatura relacionada solo educación sexual, sino educación para la vida, en la que hablemos del trato a la gente, comportamientos, educación cívica, etc.
La gente está muy confundida con el propósito de la ley de educación sexual...
Mira, lo que ocurre es que tenemos gente extremista: por un lado que se enseñe de todo y por otro lado que no se enseñe nada. Lo que tenemos que buscar es un balance. La educación sexual es necesaria porque tenemos problemas de niñas embarazadas, enfermedades de transmisión sexual que tenemos que evitar y tenemos que educar para la vida con realidades. Yo creo que esta ley debe avanzar en la Asamblea y educar también en la casa.
¿Influye que uno provenga de una educación conservadora?
Yo creo que sí. A mí me criaron así y soy un conservador de todo.
¿Le espanta la edad?
No, para nada. Lo que uno tiene que cuidarse es la edad de adentro.
¿Cómo se imagina de viejo?
Amargado.
Nadie se le va acercar...
Ojalá se que me acerquen mis nietos. Dicen que uno es amargado con los hijos, pero no con los nietos.
¿Hasta que edad se imagina haciendo cosas?
Yo voy a trabajar hasta el día que me muera. No me veo retirado en una casa sentado en una silla. De hecho es una de las causas de las depresiones en la tercera edad. Además la jubilación no empieza en la tercera edad sino cuando uno nace, hay que planificarlo.
¿Le molestan las arrugas?
Estoy lleno de arrugas. No, al contrario. Las veo con cuidado frente al espejo. Yo solo me veo al espejo una vez al día.
¿Hace ejercicio?
Claro, hace poco dejé de jugar fútbol en la liga 40-40, más de 40 años y 40 de cintura (bromea). Ahora trato de montar bicicleta en la calle.
¿Tiene vicios?
No.
¿Toma o fuma?
Nunca fumé, tomo poco ya. Tomaba ron, antes tomaba más.