- lunes 14 de diciembre de 2015 - 12:00 AM
PANAMÁ
Cuando Gerald Cumbertbatch llegó a la alcaldía de San Miguelito, los números, simplemente, no daban. El exculpa a su predecesor y copartidario, Héctor Valdés Carrasquilla. Para el burgomaestre de San Miguelito la crisis municipal se debía a años de 'desdén' en la administración pública. Según Cumberbatch, es ahora que las cosas han cambiado en el distrito.
¿Cómo es trabajar en un distrito con tan pocos recursos?
No es fácil, porque con una población tan grande (casi 400 mil habitantes), con tantas necesidades, con una herencia de mucho desdén en la administración pública, de mucho abandono, de mucho clientelismo. Hacer un cambio radical no es fácil, pero ya hemos iniciado ese proceso. Espero que en los próximos años, la gente de San Miguelito percibirá el desarrollo y una mejora en su calidad de vida.
Habla de herencia. Su predecesor, Héctor Valdés Carrasquilla, ¿qué le dejó?
No se trata solo de Héctor Valdés Carrasquilla, se trata de todas las administraciones anteriores. San Miguelito podría tener más desarrollo del que ahora tiene. Cuando entramos a la alcaldía teníamos un presupuesto de $11 millones, que no se alcanzaban. Lo máximo que se llegó fue a $9 millones.
Hay quienes dicen que Valdés Carrasquilla le dejó una alcaldía quebrada...
Si tienes un presupuesto de $11 millones y solo recaudas $9 millones, no estás muy bien nada.
¿Dejó las cuentas claras?
Hubo muchas deudas que nosotros tuvimos que cubrir. En cuanto iniciamos la administración, nos encontramos que se le debía a muchos proveedores. En menos de seis meses logramos sanear todas la deudas. Había una deuda signficativa con el Seguro Social. Los funcionarios pagaban su cuota, pero ese dinero no iba al Seguro.
¿Y nunca le preguntó al diputado Valdés qué pasó?
No, él ya hizo su tarea. Me toca a mí hacer las correcciones. Hemos saneado las finanzas y hemos pagado la deuda que se tenía con el Seguro desde hace muchos años. Los funcionarios del Municipio no eran sujeto de crédito por este arrastre. Hoy todos son sujetos de crédito. La deuda está totalmente cancelada. Así como esta deuda, hay muchas otras que hemos cancelado. Ya no hay compromisos pendientes.
¿Cómo es su relación con el alcalde Blandón?
Muy buena.
Tienen que trabajar en conjunto para muchas cosas...
Al ser municipios integrados, nos toca coordinar muchas cosas. Hay una propuesta de planificar, algo que nunca ha habido en San Miguelito. En coordinación con la alcaldía capitalina, logramos establecer algunos criterios para expandir la planificación hasta el distrito de San Miguelito y que las cosas que se hacen respondan a un plan global.
¿Cómo aprovechar las características que tiene el distrito?
Un ingrediente indispensable es haber nacido en el distrito, para conocer la forma de pensar de la gente. Yo soy oriundo de San Miguelito (vengo del sector 35 de Veranillo). Además, trabajé muchos años con jóvenes. Eso nos da la posición de poder trabajar con todos más allá de la condición social. En San Miguelito hay mucha gente humilde, pero también mucha gente de recursos. Nuestra administración está logrando el balance de atender a la población humilde y, también, dándole oportunidad a la clase profesional del distrito, que merece seguir creciendo.
