La Guerra de Coto entre Panamá y Costa Rica 1921

III Parte / el momento cuando el mito de la incapacidad o miedo de los panameños se esfumó
  • sábado 02 de julio de 2022 - 12:00 AM

La quilla de la lancha enemiga abría su entrada con ímpetu con el objetivo de reforzar la base establecida por los ticos, con el fin del triunfo definitivo. Eran las 7 de la mañana y en el silencio se deshacía ese verano por el rechinar de la máquina del barco entrando entre las márgenes del río. La sorpresa les calló como agua caliente en la cabeza, de inmediato estallan las balas y el enfrentamiento advino otra tercera derrota. La lancha logró pasar el primer reten con dificultad y los disparos zumbaron en el aire. En ambos lados del río se había apostados tiradores panameños. Los cuales colocaba a los ticos en situación desventajosa y les aseguraba el control a los milicianos panameños del área del conflicto armado. La orden fue dada por el Teniente Gallegos. La lancha sin dirección e incapacitado de repeler el ataque fue agua abajo, siguiendo la corriente del río y los disparos eran erráticos, y los panameños se encontraban en posición estratégica que aumentaba la confusión. No sabían de donde estaban apostados los tiradores y seguían los tronazos.

Los hechos estaba cumplidos y el destino sellado con la captura de la lancha de Costa Rica La Esperanza. El mito de la incapacidad o miedo de los panameños se esfumó.

Otra vez se escuchó el ruido de otra lancha, y se dio la orden de ocupar posiciones. Los ojos puestos en la mira presto al que el dedo jalara el gatillo. Alguien grito alto no disparen se observaba la bandera nacional y al Dr. Belisario Porras y al General Quintero Villarreal, acompañado de su estado mayor entre ellos el Inspector norteamericano Lam encargado de la policía. Luego de observar el triunfo logrado la guerra tomo otro rumbo en la costa atlántica.

La Batalla en Bocas del Toro

Los ticos reagruparon sus tropas y establecieron la estrategia de invadir la costa Atlántica. Enterados los bocatoreños de la nueva táctica el Alcalde Guillermo Zeledón y el comandante Jiménez procedieron a recoger armamento de la población. Inesperadamente llegaron a la frontera el 1 de marzo 500 militares ticos atravesando Puerto Viejo, Margarita y Gandoca. Ante el contraataque le informa el Gobernador de Bocas al Dr. Porras lo siguiente: ‘Urge elementos de guerra, por lo menos mil quinientos rifles. El pueblo está dispuesto de defender el territorio nacional, pero, esta intranquilo. Por carecer de armas.'(Controversia Secretaria de Relaciones Exteriores. p. 127)

Tres días después el 4 de marzo cruzaron 1,000 soldados ticos el río Sixaola. No se esperaba ese contraataque en esa área en que no poseíamos militares o milicianos que pudiesen repeler la avanzada. Solo fue posible recolectar 79 rifles y 30 de ellos estaban inutilizados. Ante esta embestida el Gobernador de Bocas del Toro le comunica al Dr. Belisario Porras lo siguiente: ‘Urge remitanos elementos de guerra, por lo menos mil o mil quinientos rifles. El pueblo está dispuesto a defender el territorio nacional, pero esta intranquilo por carecer de armas.' (Tomás Armuelles. P. 10)

Tanto en Bocas, Chiriquí y en toda la geografía nacional los panameños hacían filas para inscribirse como combatiente. La llegada en total de 1500 soldados ticos representaba un inminente peligro. La avanzada era tenaz y el enemigo seguía rumbo Almirante utilizando el tren que habían tomado por la fuerza.

En tanto, el ánimo de los panameños no decaía esperaban refuerzos y rifles, las minutos se hacía largos en espera de la llegada del vapor Arabia a Bocas del Toro. Las compañías bananeras de la United Fruit Company jugaron un rol importante en el conflicto. Los interese de los Estados Unidos estaban en peligro. Esto se demostró por la falta de neutralidad e imparcialidad en los días durante el conflicto. Hecho que se destacó cuando el buque de guerra Sacramento de las armada de los Estados Unidos arribo. El capitán norteamericano se acercó y pregunto si los panameños estaban insatisfechos con los gringos. Seguido le ofrecieron a Mosquera su apoyo, a lo cual él, lo rechazo por no tener orden en ese sentido de la Presidencia.

Más la avanzada tica continuaba al cruzar 500 soldados la frontera de Almirante con ocho vagones de ferrocarril llenos de soldados. Hay que tomar en cuenta que si la empresas bananeras de los Estados Unidos no estuvieran en la línea del conflicto; seguro que los Estados Unidos hubiesen alegado que la incursión no afectaba la democracia y menos colocaba en peligro la seguridad del Canal. El objetivo de los Estados Unidos consistía en salvar sus empresas y no la seguridad de la población al final los Estados Unidos apoyó la posición de Costa Rica.

El cierre del conflicto según Costa Rica pondría fin, con la aceptación del fallo White anulando de golpe nuestra soberanía nacional.

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