Ganaderos sufren los estragos del gusano barrenador
- domingo 13 de octubre de 2024 - 12:00 AM
El sector ganadero de Panamá sigue golpeado por la proliferación del gusano barrenador, con una cifra alarmante de 17,968 casos positivos en animales y 79 afectaciones en humanos. Este sector enfrenta daños económicos considerables, con pérdidas millonarias por año.
De acuerdo con Samuel Vernaza, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), la afectación ha sido enorme en el sector, superando los $20 millones.
La situación, según Vernaza, ha obligado a los ganaderos a aumentar las horas de trabajo y a realizar inversiones significativas en insumos como larvicidas y antibióticos para el tratamiento preventivo y curativo de sus animales, así como en combustible para la movilización necesaria en estos controles.
Adelantó que expertos han indicado que erradicar la plaga tardará más de tres años. Mientras ocurra ese milagro, Vernaza resalta que los productores deben mantener la vigilancia en fincas y desarrollar buenas prácticas sanitarias en el manejo de los animales para convivir este tiempo con el flagelo. “Un ganado afectado por el gusano, una vez que se le elimina la gusanera, es seguro para el consumo”, resaltó.
En este crudo escenario, Panamá supera a otros países de la región en el número de casos de gusano barrenador, con Costa Rica reportando 6.874, Nicaragua 3.307 y Honduras apenas 8. Sin embargo, las autoridades han decidido suspender la dispersión de moscas esterilizadas en el país.
Lo anterior lo denunció Anagan, quien detalló que por asuntos estratégicos la dispersión se ha trasladado a Honduras para hacer un barrido en retroceso hasta lograr confinarla nuevamente en la región de Darién que fue de donde se salió de control.
Carlos Moreno, director de la Comisión Panamá Estados Unidos para la Prevención y Erradicación del Gusano Barredor (COPEG), confirmó que las moscas se están dispersando en Nicaragua y Honduras.
En esa publicación, Alonso Santos Murgas, del departamento de Zoología de la Facinet de la UP, señala que el proceso de esterilización utilizado por Copeg, no es el adecuado, posiblemente porque no se ha hecho cambio en la cepa del gusano desde hace buen tiempo.
Argumentó que la especie utilizada es un poco débil, no está llegando a los brotes que se han dado. Es decir, que las especies silvestres que se han introducido por Darién no se están cruzando con la especie que utiliza la Copeg.
Ante este complejo panorama, Moreno añadió que la erradicación toma tiempo, dependiendo de varios factores, por lo que el apoyo de los técnicos, productores y demás actores es clave para mitigar el riesgo. “En la década de los 80, cuando los casos se tenían en Honduras, como es en este momento, tomó casi siete años llegar a la erradicación hasta Panamá. Es un dato histórico, pero que nos pone de manifiesto que no es una labor de un día para otro”, puntualizó.
De acuerdo con la entidad, se sigue instando a los productores a seguir cuatro pasos recomendados para evitar las gusaneras: revisar los animales, curar las heridas, enviar muestras y transportar solo animales sanos.
Desde el 5 de julio del año pasado, en el país se mantiene una rebrote a nivel nacional, siendo las regiones más afectadas Darién, Herrera y la frontera con Costa Rica.
La crisis no se limita al gusano barrenador. El sector también enfrenta problemas como el hurto pecuario, altos costos de titulación de tierras y los efectos del cambio climático.