Explotación sexual comercial, una dura realidad en Panamá
- martes 27 de agosto de 2019 - 12:00 AM
Pasan los años, pero los abusos contra la niñez no se detienen. Es un problema que hay que atender para que no ocurra. Los abusadores usan las escuelas, las redes sociales, parques públicos, terminales de transportes y lugares de entretenimiento (bares, discotecas) para llegar a estos niños y adolescentes inocentes.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en asocio con Casa Esperanza realizaron un evento denominado ‘De los datos a la acción' Resultados del Estudio de Percepción sobre la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA) en Panamá.
Las provincias de Panamá, Chiriquí, Coclé y Bocas de Toro, fueron las escogidas para realizar la investigación. Estos lugares son reflejos de las denuncias presentadas ante el Ministerio Público.
Hubo una aplicación en campo de 500 encuestas y cuatro talleres con 71 actores claves en las provincias antes mencionadas.
‘En los talleres se nos planteó que los centros educativos y las salas de internet pudieran estar haciendo sitios de abordaje, que la comisión del ilícito se registra en horarios de la mañana, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Ocurre probablemente cuando vemos a un chico o a una muchacha con un señor y pensamos que es un familiar, incluso, muchos de ellos están con vestimenta de colegiales, lo que puede disimular la situación de explotación sexual', destacó Angélica Lavitola, directora ejecutiva de Casa Esperanza, quien fue la encargada de presentar el informe.
Esta encuesta reveló que las calles y avenidas es el medio por el cual se percibe más el abordaje o promoción de la actividad sexual con un 34%, le sigue el WhatsApp con un 21%, las redes sociales (Facebook, Instagram, Snapchat y otras) con un 18% y paradas de buses un 12%.
El rango de edad de las personas menores que consideran están involucrados en la actividad sexual comercial arrojó que el 50% está entre edades de 15 y 17 años y un 36% entre 11 y 14 años.
El pago en efectivo, al momento de concretar el acto sexual con la persona menor de edad, es percibido como el método más usado en general para las cuatro provincias. Este estudio arrojó que un 40% se paga en efectivo y en un 11% se le paga al intermediario.
En líneas generales las etnias que se perciben como las más propensas a ser víctimas de la explotación sexual comercial son indígenas con un 32% y mestizos en un 30%.
Esta percepción de víctimas indígenas sucede en Bocas del Toro y Chiriquí. Las provincias de Panamá y Coclé muestran mayormente percepción de mestizos como víctimas. Los afrodescendientes se ubican en tercer lugar, según la percepción de los encuestados.
Pese a los fenómenos de migración que Panamá ha experimentado en los últimos años, y la alta tasa de personas extranjeras que se radican en el país, la afectación de este delito es percibida mayormente hacia niños, niñas y adolescentes panameños.
El 82% de las personas manifestó conocer qué es la ESCNNA. Un 68% percibe que esto sea un problema en su localidad. El 74% del total encuestados percibe que sí es un problema en comunidades vecinas.
‘Cuando hacíamos el ejercicio todos nosotros considerábamos que el factor predominante de la explotación sexual es la pobreza o la pobreza extrema. Sin embargo, también nos marcó la clase media y un poquito la clase alta', precisó Lavitola.
La aplicación de la encuesta se realizó a personas en las áreas de servicio en el sector público, empresas de hospedaje turístico, servicios de transporte local, restaurantes, bares lugares de entretenimiento nocturno y moradores en cada una de las localidades definidas como objeto de estudio.
Se recomendó impulsar la ley de protección integral de los niños, sensibilizar, capacitar y articular acciones de vigilancia sobre ESCNNA con las autoridades locales, entre otras.
José Ovalles, director ejecutivo de la Red Nacional de Apoyo a la Niñez y Adolescencia en Panamá (REDNANIAP), dijo que por fin aparece información sistematizadas, hechos no yo creo, yo pienso, sino que un conjunto de datos que deben ser tomados muy en cuenta, sobre una realidad que todo el mundo la rehúye. Cuando tocamos estos temas, todo el mundo mira para un lado y los datos están revelando cosas interesantes que no son las tradicionales y las que no aparecen en otros países.
‘En Panamá, ya no es un fenómeno del turista, es un fenómeno del consumidor local, que probablemente las redes sociales nos han sobrepasado y se están dando situaciones que se les escapan de control a los padres, a los agentes que tienen que ver con la niñez y a toda la sociedad panameña', puntualizó Ovalles