Luz de esperanza en la frontera del Darién

Sufrimiento y profunda nostalgia debe sentir todo aquel que sale de su patria, dejando atrás a la familia y amigos, para emprender una travesía, sin saber qué te depara el destino.

Después de toda esta vorágine producto de los pensamientos, el nerviosismo y la ansiedad, creada por las circunstancias al tomar la dura decisión de marcharte de la tierra que te vio nacer, toca llegar a uno de los puntos más difíciles y obligados del camino…la espesa, peligrosa y enigmática selva del Darién, en donde muchos han perdido la vida, tratando de lograr su sueño: ‘Norteamérica'.

A pesar de todo lo que viven estos seres humanos, hay momentos de esperanza y amor durante esta larga travesía.

Tal es el caso de la joven ecuatoriana Roxana Alejandra de 34 años de edad, quien en su duro bregar por la escabrosa jungla, no sólo tenía que luchar por sobrevivir, sino también por preservarse, ya que en su vientre llevaba lo más preciado, un hijo a punto de nacer.

La espeluznante noche, el ruido de los animales que se escucha a kilómetros de distancia, el hambre, la sed, el agotamiento mental y físico, hacen más espinosa la situación de esta joven embarazada, quien salió de su país con la esperanza de un mejor futuro.

Finalmente con el apoyo de la policía de fronteras (Senafront), llega a la comunidad de Cañas Blancas, donde recibe las primeras atenciones médicas para luego ser trasladada al hospital de Metetí; sin embargo por su delicado estado de salud, los galenos recomiendan el rápido traslado a la ciudad capital, procediéndose a la planificación de la operación aérea para la extracción de la joven hasta el hospital Santo Tomás (ciudad de Panamá), donde da a luz a su hijo, ello, gracias a la acción humanitaria ejecutada eficazmente por el Servicio Nacional de Migración (SNM) y el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN).

Algunos dirán tanto un esfuerzo para salvar la vida de una mujer y su bebé, sin embargo queda la satisfacción en cada una de las unidades del Senafront, Senan y Migración, de haber contribuido una vez apoyando a quien lo necesita, dando al mundo un verdadero mensaje de ‘humanidad'.

Al entrevistar al ministro de seguridad Juan Pino, señaló que es lamentable la situación por la que atraviesan estas personas, quienes después de experimentar los peligros de la selva, llegan a las Estaciones Temporales de Recepción Migratoria donde reciben atención humanitaria por parte del Servicio Nacional de Migración y Senafront, para luego continuar con su periplo hacia el norte.

Indicó el ministro que el Estado panameño realiza ingentes esfuerzos por cumplir con los convenios internacionales suscritos en materia humanitaria, no obstante subrayó que el incremento de migrantes por la frontera del Darién, podría salirse de las manos si los países de la región no se ponen de acuerdo, a fin de mantener un flujo migratorio regular y evitar una crisis de grandes proporciones.

Este fin de semana el titular de seguridad y su equipo conformado por la directora general de Migración, Samira Gozaine, Senafront, Jorge Gobea y el Senan, Eliecer Cárdenas, realizaron un recorrido por la Estación Temporal de Recepción Migratoria, ubicada en Lajas Blancas, aproximadamente a 15 kilómetros de Metetí.

En lo que va del presente año han ingresado por la frontera del Darién 232 mil 688 personas, al mes de julio 36 mil 317 y hasta el pasado domingo más de 3 mil migrantes.

Entre las nacionalidades con mayor cantidad de migrantes en el mes de julio se encuentran Venezuela, Ecuador, Colombia y China.