Es una burla: solo hay 600 metrobuses en las calles
- martes 09 de julio de 2024 - 12:00 AM
La realidad que pasan los usuarios del Metrobus cada vez empeora, actualmente operan 600 unidades en las calles de la ciudad capital y San Miguelito.
En un abrir y cerrar de ojos, la cifra descendió, ya que en mayo de este año se informó que había 950 autobuses brindando el servicio.
Esta cantidad de buses para dirigentes de los usuarios como Luis Torres es “irrisoria” para no decir que es una burla para los panameños que se movilizan en este transporte.
“Por eso las paradas están saturadas de pasajeros esperando más de una hora un bendito Metrobús”, denunció Torres.
La realidad del sistema de transporte público la dio a conocer ayer Carlos Sánchez Fábrega, quien asumió el cargo de gerente general de Mi Bus.
De los 1,436 autobuses, 215 están fuera de circulación; solo alrededor de 600 están operativos, mientras que la otra mitad no están disponibles debido a problemas con el aire acondicionado. Fábrega buscará subir de 600 a 900 metrobuses en un plazo de 90 a 120 días.
“Ninguna empresa puede mantener la calidad del servicio operando con 600 buses, esa es mi forma de ver el problema”, señaló Fábrega.
La situación se agrava, pues no hay plata ni para costear la gasolina ni las piezas de los metrobuses. El gerente de Mi Bus advirtió que no cuentan con partidas suficientes, ni para combustible, ni para adquirir los repuestos. Fábrega expresó que a Mi Bus se les quitó entre $40 y $50 millones para dirigirlos a otras instituciones.
La razón es que a la empresa Mi Bus se le hizo una reducción en el presupuesto muy grande. Ahora lo que ahora se plantea es una organización en el presupuesto.
Fábrega les dio las gracias a los proveedores por el apoyo, ya que a pesar de la irregularidad han continuado prestando el servicio, indicando que se deben casi $19 millones solo en combustible. La deuda de Mi Bus asciende a $42 millones.
La usuaria, Raquel Tamayo, afirmó que si no es “Chana es Juana con Mi Bus”, pero nunca da un servicio digno para los ciudadanos.
“Quienes se llevan la peor parte somos nosotros como usuarios, que nos toca esperar por horas en una parada, ya sea con sol o con lluvia”, comentó Raquel, quien espera que el presidente José Raúl Mulino sí compre más buses y ponga atención al sistema de transporte que hoy más que nunca “anda manga por hombro”.
Argumentó que si con 1,436 buses no eran suficientes, que se espera con la operación de 600 buses. “Es una locura y esto solo pasa en Panamá”, enfatizó.
Lo que señala Tamayo es una situación que han denunciado por años los usuarios desde que el Estado compró las acciones de Mi Bus. En esa ocasión, dirigentes como Esperanza Mena y Víctor Martínez, habían cuestionado que la cantidad de autobuses que se había adquirido no eran suficientes para movilizar a los pasajeros.
Desde el primer día que Mi Bus entró a operar en el país (a finales de 2010), su talón de Aquiles fue las quejas por la mala frecuencia y falta de buses.
Hay que resaltar que el proceso de compra de Mi Bus se inició a principios del 2015 y, luego de un periodo de negociación, en septiembre de ese año, el Estado acordó pagar $260.9 millones por el traspaso del Metrobús, servicio que quedó bajo el paraguas de la empresa Metro de Panamá, SA, pero gestionada por un operador privado: First Transit. La totalidad de la compra de las acciones se logró en enero del 2016. El número de buses pasó de 1,236 a 1,436.
Desde hace años, la empresa ha manifestado la necesidad de adquirir más autobuses y de renovar la flota, porque muchos ya han cumplido su vida útil.
La realidad que pasan los usuarios del Metrobus cada vez empeora, actualmente operan 600 unidades en las calles de la Capital y San Miguelito.
Al abrir y cerrar los ojos, la cifra descendió, ya que en mayo de este año se indicaba que había 950 autobuses brindando el servicio.
Esta cantidad de buses para dirigentes de los usuarios como Luis Torres es irrisoria para no decir que es una burla al panameño que se moviliza en este transporte.
“Por eso las paradas están saturadas de pasajeros esperando más de una hora un bendito metrobús”, denunció Torres.
Esta realidad la dio a conocer Carlos Sánchez Fábrega, quien asumió el cargo de gerente general de Mi Bus, al tomar las riendas del país el presidente José Raúl Mulino.
De los 1.436 autobuses, 215 están fuera de circulación, y solo están trabajando cerca de 600, la otra mitad no está disponible por problemas en el aire acondicionado. Buscará subir de 600 a 900 metrobuses en un plazo de tres meses.
“Ninguna empresa puede mantener la calidad del servicio con los 600 buses que están operando, esa es mi forma de ver el problema”, señaló Fábrega.
La situación se agrava, pues no hay plata ni para gasolina ni para piezas. El gerente de Mi Bus advirtió que no cuentan con partidas suficientes, ni para combustible, ni para presupuesto, expresando que se les quitó cerca de $40 millones para dirigirlos a otras instituciones.
La razón es que a la empresa se le hizo una reducción presupuestaria muy grande.
Fábrega les dio las gracias a los proveedores porque, ya que a pesar de la irregularidad, han continuado prestando el servicio, indicando que se deben casi $19 millones solo en combustible. La deuda de Mi Bus asciende a $42 millones.
Mientras que para la usuaria, Raquel Tamayo, afirmó que si no es Chana es Juana con Mi Bus, pero nunca da un servicio digno para los ciudadanos.
“Quienes se llevan la peor parte somos nosotros como usuarios, que nos toca esperar por horas en una parada, ya sea con sol o con lluvia”, comentó la ciudadana de San Miguelito, quien espera que Mulino sí compre más buses y ponga atención al sistema de transporte, que cada vez anda manga por hombro.
Argumentó que si con 1,436 buses no eran suficientes, ahora que se espera con 600. “Es una locura y esto solo pasa en Panamá”, enfatizó.
Lo que señala Tamayo es una situación que se ha denunciado por los usuarios desde que el Estado compro las acciones de Mi Bus. En esa ocasión, dirigentes como Esperanza Mena y Víctor Martínez, habían denunciado que la cantidad de autobuses que se había adquirido no eran suficientes para movilizar a los pasajeros.
Desde el primer día que Mi Bus entró a operar en el país (a finales de 2010), su talón de Aquiles fue las quejas por la mala frecuencia y falta de buses.
Hay que resaltar que el proceso de compra de Mi Bus se inició a principios del año 2015 y, luego de un periodo de negociación, en septiembre de ese año, donde el Estado acordó pagar $260.9 millones por el traspaso del metrobús, servicio que quedó bajo el paraguas de la empresa Metro de Panamá, SA, pero gestionada por un operador privado: First Transit. La totalidad de la compra de las acciones se logró en enero del 2016. El número de buses aumentó de mil 236 a mil 436.
Desde hace años la empresa ha registrado la necesidad de adquirir más autobuses y de renovar la flota, porque muchos ya han cumplido su vida útil.
La realidad que pasan los usuarios del Metrobus cada vez empeora, actualmente operan 600 unidades en las calles de la Capital y San Miguelito.
Al abrir y cerrar de ojos, la cifra descendió, ya que en mayo se indicaba que había 950 autobuses brindando el servicio.
La cantidad de buses para dirigentes de los usuarios como Luis Torres es irrisoria para no decir que es una burla al panameño que se moviliza en este transporte.
“Por eso las paradas están saturadas de pasajeros esperando más de una hora un metrobús”, denunció Torres.
Esta realidad la dio a conocer Carlos Sánchez Fábrega, quien asumió el cargo de gerente general de Mi Bus, al tomar las riendas del país el presidente José Raúl Mulino.
De los 1.436 autobuses, 215 están fuera de circulación, y solo están trabajando cerca de 600, la otra mitad no está disponible por problemas en el aire acondicionado. Buscará subir de 600 a 900 metrobuses en un plazo de tres meses.
“Ninguna empresa puede mantener la calidad del servicio con los 600 buses que están operando, esa es mi forma de ver el problema”, señaló Fábrega.
La situación se agrava, pues no hay plata ni para gasolina ni para piezas. El gerente de Mi Bus advirtió que no cuentan con partidas suficientes, ni para combustible, ni para presupuesto, asegurando que se les quitó cerca de 40 millones de dólares para dirigirlos a otras instituciones.
La razón es que la empresa le hizo una reducción presupuestaria muy grande.
Fábrega les dio las gracias a los proveedores porque, ya que a pesar de la irregularidad, han continuado prestando el servicio, indicando que se deben casi 19 millones de dólares solo en combustible. La deuda de Mi Bus asciende a 42 millones de dólares.
De acuerdo con la dirigente de los usuarios, Itzel Camargo,
Mientras que para la usuaria, Raquel Tamayo, afirmó que si no es Chana es Juana con Mi Bus, pero nunca da un servicio digno para los ciudadanos.
“Quienes se llevan la peor parte somos nosotros como usuarios, que nos toca esperar por horas en una parada, ya sea con sol o con lluvia”, comentó la ciudadana, quien espera que Mulino sí compre más buses porque los actuales no son suficientes.
Argumentó que si con 1,436 buses no eran suficientes, ahora que se espera con 600. “Es una locura y esto solo pasa en Panamá”, enfatizó.
Lo que alega Tamayo es una situación que se ha denunciado por los usuarios desde que el Estado compro las acciones de Mi Bus. En esa ocasión, dirigentes como Esperanza Mena y Víctor Martínez, habían denunciado que la cantidad de autobuses que se había adquirido no eran suficientes para movilizar a los pasajeros.
Desde el primer día de operación de Mi Bus, su talón de Áquiles fue las quejas por la mala frecuencia de los buses.
Hay que resaltar que el proceso de compra de Mi Bus se inició a principios del año 2015 y, luego de un periodo de negociación, en septiembre de ese año, donde el Estado acordó pagar $260.9 millones por el traspaso del metrobús, servicio que quedó bajo el paraguas de la empresa Metro de Panamá, SA, pero gestionada por un operador privado: First Transit. La totalidad de la compra de las acciones se logró en enero del 2016. El número de buses aumentó de mil 236 a mil 436.
Desde hace años la empresa ha enfatizado la necesidad de adquirir más autobuses y de renovar la flota, porque muchos ya han cumplido su vida útil.
La realidad que pasan los usuarios del Metrobus cada vez empeora, actualmente operan 600 unidades en las calles de la Capital y San Miguelito.