El embarazo adolescente en Panamá: Un ciclo de violencia y pobreza que persiste

Expertos advierten que la implementación de una educación sexual integral es clave para disminuir las cifras
  • viernes 06 de diciembre de 2024 - 12:00 AM

El informe de la “Situación de los Derechos Humanos en Panamá 2024” de la Defensoría del Pueblo destacó que el embarazo adolescente sigue siendo uno de los problemas más graves que enfrenta la sociedad panameña.

Este informe reveló que más de 4.000 adolescentes de entre 15 y 17 años han sido madres, perpetuando el ciclo de pobreza, especialmente en comarcas como Ngäbe-Buglé. Asimismo, las niñas migrantes enfrentan altos riesgos de violencia sexual, lo que ha generado gran preocupación en la sociedad civil.

La socióloga Xiomara Rodríguez explicó que la maternidad temprana interrumpe el desarrollo biológico, psicológico y profesional de las jóvenes, afectando de manera significativa su futuro.

Además, resaltó que cuando una adolescente queda embarazada por un hombre adulto, se configura una violación, lo cual debe ser penalizado severamente para proteger a las menores de edad. Rodríguez subrayó que no se debe guardar silencio ante esta situación.

El factor económico también desempeña un papel crucial, ya que las jóvenes más afectadas por el embarazo precoz son aquellas de escasos recursos, quienes enfrentan mayores dificultades para acceder a servicios de salud, educación y apoyo.

“Las hijas de las familias empobrecidas son las que están en estas estadísticas”, reiteró.

Según el último Censo de Población y Vivienda, el país registra más de 14.000 madres adolescentes, de las cuales la mitad son indígenas, concentrándose principalmente en áreas rurales.

Y es que el 61% de las madres adolescentes en Panamá provienen de zonas rurales, lo que resalta la necesidad urgente de abordar la desigualdad en el acceso a información y servicios.

Rodríguez recalcó que la implementación de una educación sexual integral es fundamental para reducir estos casos, ya que permite a los adolescentes tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva, contribuyendo así a la disminución del embarazo precoz en el país.

La representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) Panamá, Edith Castillo Núñez, enfatizó que como sociedad debemos hablar abiertamente sobre esta forma de violencia de género y no permanecer en silencio. Aseguró que todo embarazo en menores de entre 10 y 14 años es producto de violencia sexual, y citó las cifras alarmantes del Ministerio Público, que registró en 2023 un total de 5.821 denuncias por violación y delitos sexuales.

Hasta octubre de este año, el Ministerio Público reportó 1.669 denuncias por acceso carnal con personas en el rango de edad entre 14 y 18 años. Además, se registraron 22 denuncias por relaciones sexuales remuneradas con personas de este mismo grupo etario.

Datos de un estudio también revelaron que el costo asociado al embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana en el país asciende a 495,4 millones de dólares, según datos del año 2019; si a eso le sumamos 15 millones por gastos en salud y 15 millones por pérdidas fiscales, tenemos un total de 525 millones.

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