El abogado que convirtió los buses en arte y memoria
- domingo 09 de marzo de 2025 - 12:00 AM
No es un coleccionista común. Mientras otros acumulan monedas, estampillas o camisetas de fútbol, Abdiel Jacobs Salarino se ha dedicado a capturar la historia del transporte panameño a través de su cámara. Su pasión por fotografiar buses inició en el 2018, cuando aún era estudiante en la provincia de Colón.
“Siempre me ha gustado investigar y aprender”, recuerda. Fue una noche de tareas escolares cuando una página chilena dedicada a los buses llamó su atención. Para entonces, ya tenía un interés por los “diablos rojos” de su provincia y seguía contenido de autobuses en Venezuela y Costa Rica. Así, el 9 de marzo de 2010, aprovechando el auge de Facebook, creó el grupo “Busólogos Panameños”. Con una foto de un bus de la ruta Panamá-Colón tomada en la terminal de Colón, dio inicio a su archivo fotográfico.
El camino no fue fácil. “Cuando salía a tomar fotos, los conductores me preguntaban para qué las quería”, dice. Su mudanza a la capital para estudiar Derecho no detuvo su afición. Con el tiempo, otros se sumaron al proyecto, consolidando una comunidad de entusiastas que han recorrido casi todo el país y hasta han viajado a Brasil en busca de novedades del transporte.
Lo que comenzó como un simple pasatiempo se transformó en un estilo de vida. “Ahora lo tomo como una profesión”, afirma Jacobs. Gracias a su equipo, han producido documentales sobre la chatarrización de los diablos rojos cuando se implementó el Metrobús. “Fue un proceso nostálgico. Estar allí y documentarlo fue algo que nunca olvidaremos”.
Para él, los “diablos rojos” eran más que simples buses: “Eran lienzos rodantes que expresaban la cultura panameña”. Su búsqueda lo ha llevado a terminales, plazas y talleres de decoración, donde ha conversado con artesanos que por años han plasmado historias y tradiciones en la carrocería de estos buses.
Las diferencias entre los autobuses de la ciudad y los del Oeste o Colón también han sido evidentes en su trabajo. “En el Oeste se enfocan más en la parte mecánica, mientras que en Colón priorizan la estética”, explica. Decorar un bus puede costar entre 1,500 y 2,000 dólares, dependiendo de la complejidad del diseño y la visión del dueño. Algunos eligen temáticas culturales como Panamá Viejo, el Canal o Fuerte San Lorenzo, mientras que otros dejan que el decorador plasme su creatividad libremente.
Si tuviera que elegir una foto favorita entre las miles que ha tomado, sin dudar menciona una: la unidad de la ruta Buena Vista-Colón, decorada por Carlos Álvarez, un capitalino radicado en Colón. Y no puede dejar de mencionar a Andrés Salazar, el maestro de la decoración de buses, cuyo legado sigue vivo en sus alumnos.
Con más de 7,000 imágenes en Instagram y una cantidad aún mayor en Facebook, Jacobs sigue expandiendo su archivo. Pero su interés no se queda solo en la estética del transporte: “En este sector hay mucho por hacer, incluyendo las leyes”, concluye.