Dinastía del terror: Trata de personas y explotación sexual en Panamá

Estos delitos son tanto o más lucrativos que el tráfico de drogas. Nuestro país implementa programas para combatir estos flagelos
  • viernes 13 de septiembre de 2024 - 8:00 AM

‘Jenny’ y ‘Sara’ (identidades protegidas), de 23 y 26 años respectivamente, vivieron en ciudad de Panamá el infierno de la trata de personas y explotación sexual. Pero milagrosamente sobrevivieron, lograron escapar de sus explotadores, alertar a las autoridades y ayudar con su testimonio a ejecutar condenas ejemplares y programas de prevención para que otras jóvenes no atraviesen por esto.

Fueron reclutadas en la ciudad colombina de Cúcuta, capital del Norte de Santander, y traídas con engaño hacia Panamá, supuestamente para hacer trabajos legales bien remunerados. Pero en realidad llegaban para ser obligadas a prostituirse.

Según sus testimonios, la ‘madame’ que las explotaba en Panamá era Faysure Ivonne Silva (nombre real), señalada en Colombia de ser la supuesta líder de un clan familiar que engañaba a jovencitas en situación de vulnerabilidad y pobreza, que luego traían para explotarlas sexualmente en Panamá.

Jenny supuestamente venía para hacer oficios en casas de familias ricas y Sara a trabajar en un SPA. Pero ambas fueron a parar a un edificio en la 5 de Mayo, muy cerca de la Asamblea Nacional de Panamá.

En ese prostíbulo clandestino eran obligadas a trabajar, en ocasiones 20 horas al día, atendiendo hasta 30 clientes... pero no recibían a cambio ni un solo dólar. Sus captoras les habían quitado sus pasaportes, celulares, acceso a redes sociales, y vigilaban a sus familiares en Colombia con una amenaza clara: “Si nos denuncian, intentan escapar o hacen algo en contra de nosotros, matamos a su familia en Colombia”.

“Teníamos que pedirles propina adicional a los clientes, y de poquito a poquito conseguíamos $5 para comprar el almuerzo”, recuerda Jenny.

Pero Sara fue la valiente que animó a Jenny para que se escaparan del lúgubre edificio de la 5 de Mayo donde eran esclavas sexuales, con el riesgo de que mataran a sus familiares en Colombia. “Ya no aguantaba más esa vida, estaba dispuesta a todo para escapar... y junto a Jenny pudimos hacerlo”, recuerda Sara.

Solas, desorientadas, medias vestidas y en chancletas, las dos jóvenes se encontraron cerca de la estación del metro de la 5 de Mayo con dos policías, que le dieron la asistencia necesaria. Allí comenzó una investigación en colaboración con el Ministerio Público y las autoridades de Colombia, que al final terminó con la captura de la proxeneta y demás implicados en el clan familiar que explotó sexualmente a decenas de mujeres... con ingresos de hasta $12,000 semanales, que transfería hacia Colombia.

Labor de OUR Rescue

René González, director en Panamá de la ONG internacional OUR Rescue, explicó que la trata de personas ha llegado a ser un delito más lucrativo que el tráfico de drogas. “Es el número 1 en crímenes más lucrativos del mundo, moviendo 1,500 millones de dólares”, expresa.

Frente a este panorama, González indicó que OUR Rescue ya lleva dos años en Panamá: “un año trabajando en atención posterior a las víctimas, y un año ahora reciente dándole apoyo a las autoridades locales, para la prevención”.

Labor de Conapredes

En Panamá se enfoca en este tema la Comisión Nacional para la Prevención de los Delitos de Explotación Sexual (Conapredes), que impulsa mecanismos de prevención y erradicación de estos delitos. “Dentro de nuestra misión está generar políticas públicas de prevención y erradicación de la explotación sexual”, explicó Yadira González, secretaría ejecutiva de Conapredes.

Según el Centro de Estadística del Ministerio Público, del 1 de enero y al 31 de julio de 2024 se registraron 3,722 denuncias por delitos contra la libertad e integridad sexual. Esto representa un aumento del 2.5% en comparación con 2023. Yadira González detalló que el 75% de estas víctimas son mujeres, el 17% hombres y el 8% sin datos.

Ricardo Hall, abogado de la Oficina Institucional Contra la Trata de Personas, adscrita al Ministerio de Seguridad Pública, indicó que la línea 516-2651 está dispuesta para recibir denuncias y ofrecer atención a las víctimas. De hecho, ‘Jenny’ y ‘Sara’ estuvieron por más tiempo en Panamá, donde recibieron asistencia humanitaria, económica, migratoria y psicológica tras el infierno vivido.

Karen Damas, de la unidad de comunicación de la Conapredes, agregó que los medios de comunicación son aliados estratégicos no solo para contar estas historias, sino también “actores claves en la lucha contra la explotación”.

Campaña

Panamá se une este mes a la campaña de Prevención contra la Trata de Personas, donde el Palacio Presidencial fue iluminado con luces azules, y el mandatario José Raúl Mulino dijo: “Estamos haciendo un esfuerzo enorme como país... Demostramos el compromiso que tenemos de luchar contra este crimen y que la comunidad internacional vea el sacrificio de esta nación al disponer fondos para atacar esta crisis”.

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