- lunes 11 de noviembre de 2024 - 12:00 AM
Si con frecuencia sientes miedo de estar sin cobertura, no puedes salir de casa sin el celular o sientes que algo no está bien cuando lo pierdes de vista, es importante que prestes atención, ya que podrías estar desarrollando lo que los expertos llaman “nomofobia”.
La nomofobia, abreviada del inglés no-mobile-phone phobia, es el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil, una forma de adicción moderna que muchos consideran una enfermedad asociada al uso excesivo de la tecnología en el siglo XXI.
Este miedo, que puede ser de gravedad moderada o grave, genera síntomas como sudoración excesiva y palpitaciones, y es más común en la población joven, aunque también afecta a adultos.
Son episodios en que la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo, y los panameños no escapan de esta situación.
Una investigación del Observatorio de Salud de la Universidad de Panamá reveló que el 61% de los entrevistados consideran indispensable el celular en su vida diaria. Además, el 71% no apaga el teléfono en ningún momento y el 66% se siente preocupado y, a veces, asustado cuando no lo tiene cerca. Sorprendentemente, solo el 33% se siente tranquilo sin su teléfono.
Este fenómeno no es exclusivo de Panamá, sino que es una tendencia generalizada en Latinoamérica. Según un estudio de Nomophobia.com, el 78% de los latinoamericanos se consideran dependientes de su smartphone para sus actividades cotidianas, subrayando el papel central que estos dispositivos juegan en el estilo de vida de la región.
Incluso, un informe señala que el 23% de las personas considera el celular más importante que la familia o los amigos.
El psicólogo Dubier Villarreal detalló que esta adicción puede causar trastornos como ansiedad y depresión, lo que afecta el rendimiento académico en jóvenes y el desempeño laboral en adultos. Además,desestabiliza la inteligencia emocional de quienes la padecen.
El especialista advirtió que, como ocurre con todo en exceso, el uso de teléfonos móviles y otros dispositivos tecnológicos puede ser perjudicial, especialmente para niños y adolescentes. Por ello, es fundamental establecer límites y evitar caer en una adicción involuntaria a la tecnología.
Ojo, los adictos a los móviles suelen mostrar síntomas de síndrome de abstinencia, como inquietud, ansiedad, e incluso enojo.
¿Cómo saber si tienes esta adicción? Algunos signos de alerta incluyen revisar constantemente el teléfono sin ninguna razón, sentir ansiedad o inquietud al pensar que no tienes el celular, despertarte a mitad de la noche para revisarlo, evitar la interacción social porque prefieres pasar el tiempo con el teléfono, notar que el rendimiento académico o laboral ha empeorado debido al uso prolongado del aparato, y distraerte fácilmente al usarlo.
Cabe destacar que a esta mala práctica se suman los efectos de la fatiga visual, que pueden desencadenar malestar, visión borrosa, visión doble ocasional, dolor de cabeza, de oído y de ojos. A nivel corporal, también se asocia con tendinitis, dolor en el cuello y síndrome del túnel carpiano, provocados por la mala postura al mirar la pantalla del móvil.
El psicólogo Villarreal también recomendó realizar actividades físicas y, si una persona siente que padece de esta adicción, buscar ayuda profesional. Además, sugirió comenzar por dejar el celular en otra habitación durante la hora de dormir, hacer pequeñas salidas sin el móvil y reducir progresivamente el uso de este aparato con el fin de establecer límites saludables.
Si con frecuencia sientes miedo de estar sin cobertura, no puedes salir de casa sin tu celular o sientes que algo no está bien cuando lo pierdes de vista, es importante que prestes atención, ya que podrías estar desarrollando lo que los expertos llaman “nomofobia”.
La nomofobia, abreviada del inglés no-mobile-phone phobia, es el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil, una forma de adicción moderna que muchos consideran una enfermedad asociada al uso excesivo de la tecnología en el siglo XXI.
Este trastorno, que puede ser de gravedad moderada o grave, genera síntomas como sudoración excesiva y palpitaciones, y es más común en la población joven, aunque también afecta a adultos.
Estos trastornos son afecciones en las que la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo, y los panameños no escapan de esta situación.
Una investigación del Observatorio de Salud de la Universidad de Panamá reveló que el 93% de los entrevistados aseguraron que podría pasar un día completo sin su celular, pero un 61% lo considera indispensable en su vida diaria. Además, el 71% no apaga el teléfono en ningún momento y el 66% se siente preocupado y, a veces, asustado cuando no lo tiene cerca. Sorprendentemente, solo el 33% se siente tranquilo sin su teléfono.
Este fenómeno no es exclusivo de Panamá, sino que es una tendencia generalizada en Latinoamérica. Según un estudio de Nomophobia.com, el 78% de los latinoamericanos se consideran dependientes de su smartphone para sus actividades cotidianas, subrayando el papel central que estos dispositivos juegan en el estilo de vida de la región.
Incluso, un informe señala que el 23% de las personas considera el celular más importante que la familia o los amigos.
El psicólogo Dubier Villarreal detalló que esta adicción puede causar trastornos como ansiedad y depresión, lo que afecta el rendimiento académico en jóvenes y el desempeño laboral en adultos. Además,desestabiliza la inteligencia emocional de quienes la padecen.
El especialista advirtió que, como ocurre con todo en exceso, el uso de teléfonos móviles y otros dispositivos tecnológicos puede ser perjudicial, especialmente para niños y adolescentes. Por ello, es fundamental establecer límites y evitar caer en una adicción involuntaria a la tecnología.
Ojo, los adictos a los móviles suelen mostrar síntomas de síndrome de abstinencia, como inquietud, ansiedad, e incluso enojo.
¿Cómo saber si tienes esta adicción? Algunos signos de alerta incluyen revisar constantemente su teléfono sin ninguna razón, sentir ansiedad o inquietud al pensar que no tienes su celular, despertarte a mitad de la noche para revisarlo, evitar la interacción social porque prefieres pasar el tiempo con el teléfono, notar si su rendimiento académico o laboral ha empeorado debido al uso prolongado del aparato, y distraerte fácilmente al usarlo.
Hay que resaltar que tras esta mala práctica se suman los efectos de la fatiga visual que desencadenan malestar, visión borrosa, visión doble ocasional, dolor de cabeza, dolor de oído, dolor de ojos, y a nivel corporal se relaciona con la tendinitis, dolor en el cuello y túnel carpiano provocados por la mala postura a la hora de mirar la pantalla del celular.
El psicólogo Villarreal también recomendó realizar actividades físicas y, si una persona siente que padece de esta adicción, buscar ayuda profesional. Además, sugirió comenzar por dejar el celular en otra habitación durante la hora de dormir, hacer pequeñas salidas sin el móvil y reducir progresivamente el uso de este aparato, con el fin de establecer límites saludables.