Consideraciones sobre la Evaluación del Aprendizaje
- sábado 26 de marzo de 2022 - 12:00 AM
La Doctora Margarita Poggi, gran docente argentina, especialista en evaluación, señala con respecto a este tema lo siguiente: ‘La evaluación de los estudiantes es una práctica muy común en las instituciones; una práctica que a veces se rutiniza tanto que dejamos de preguntarnos por la relevancia que tiene.' Al leer este mensaje y basada en mi experiencia profesional como educadora a nivel escolar, en calidad de evaluadora - curriculista y de docencia superior, como catedrática del curso de Derecho Penal, siento que en la actualidad existe una gran confusión en cuanto a la verdadera finalidad de la evaluación como parte fundamental del proceso pedagógico del aprendizaje. Pero, como siempre, hago énfasis, en que el problema tiene su origen en la precisión del marco conceptual con relación al término: evaluación. Partamos entonces por el principio, determinando que evaluación del aprendizaje hace referencia al proceso educativo mediante el cual, el docente identifica el nivel de aprendizaje, cualitativo y cuantitativo, con respecto a un área del saber científico, obtenido y demostrado por el estudiante en un período de tiempo específico. Además, esa medición del conocimiento debe reflejar las competencias, destrezas y habilidades adquiridas por el discente (estudiante) a través de su proceso pedagógico de aprendizaje, dentro y fuera del aula de clase. En este sentido, podemos advertir como aspectos fundamentales en la evaluación del aprendizaje, los siguientes: primero, la institución educativa (a nivel escolar o, de docencia superior) en la cual se llevará a cabo la evaluación, debe contar con un modelo pedagógico previamente identificado y definido en el estatuto y reglamento del plantel, el cual debe ser cónsono con los lineamientos generales que establece la legislación panameña a través del Ministerio de Educación. Segundo, la evaluación del aprendizaje debe estar en concordancia con los parámetros del modelo pedagógico de la institución educativa en la cual se aplicará. Tercero, el diseño de los diferentes ítems que conforman los instrumentos de evaluación debe tener como objetivo principal, advertir el porcentaje de formación logrado por el estudiante y, con esto, identificar las fallas o vacíos surgidos en el desarrollo de los procesos pedagógicos de enseñanza – aprendizaje. Es por ello, que el docente no debe colocar escollos o lo llamado por algunos, como pequeñas trampitas, con la finalidad de darse cuenta si el estudiante domina o no, la materia. Esta clase de acciones no permiten fortalecer el proceso de aprendizaje en el alumno; sin embargo, demuestran poco dominio de estrategias de enseñanza por parte del docente.
La evaluación de los aprendizajes siempre será una estrategia de acción que tiene como objetivo fundamental mejorar la calidad de los procesos de enseñanza – aprendizaje que inicia dentro del aula de clase y finaliza en el medio dentro del cual se desenvuelve el estudiante y, en el que deberá responder a problemas de diversas naturalezas, cuyas soluciones consisten, principalmente, en poner en práctica los conocimientos adquiridos en el aula de clase.
En atención a los señalamientos planteados en párrafos anteriores, recomendamos para una evaluación efectiva, implementar las acciones siguientes, al momento de aplicar un instrumento de evaluación de los aprendizajes: Primero, el docente deberá establecer con claridad el contenido académico sobre el cual será evaluado el discente. Es por ello, que el curso deberá contar con una bibliografía de referencia y seleccionar dentro de ella un texto guía, el cual servirá de base para el estudio. Segundo, desarrollar el pensamiento crítico en el estudiante a través del diseño de pruebas que le permitan a éste analizar los aspectos básicos del tema que es evaluado. Tercero, la estructura del diseño de las pruebas de evaluación debe ser mixto. Es decir, que le permita al alumno relacionar temas y conceptos; analizar mediante el desarrollo de problemas o preguntas teóricas temas concretos; hacer planteamientos sobre el conocimiento académico del tema en torno al cual gira la evaluación. Cuarto, el docente debe evitar elaborar preguntas con respuestas cerradas de cierto o falso, escoger la mejor respuesta, puesto que éstas solamente permiten planteamientos muy sui géneris (peculiar) y no es posible advertir los logros en el aprendizaje del estudiante. Cuarto, el docente quien dictó el curso es el que debe diseñar el instrumento de evaluación, aplicarlo y corregirlo. En cambio, si debe validarse en equipos de naturaleza académica, integrado por las diversas áreas del saber científico que conforman la institución educativa de la cual el docente forma parte.
Por último, como educadores debemos recordar que las evaluaciones siempre serán subjetivas, puesto que no reflejan la realidad del conocimiento adquirido y las competencias logradas. Esto solamente se puede corroborar al momento de desempeñarse en el ejercicio de una profesión, arte u oficio; o, simplemente en el desenvolvimiento del estudiante dentro del ambiente que lo rodea y donde tendrá que poner en práctica su capacidad de resiliencia.