Conato sale en defensa de Francisco Smith por ataques del gobierno

Los miembros del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato) calificaron como intimidantes las declaraciones de las autoridades contra el dirigente Francisco Smith, del Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Banano, Agropecuario y Empresas Afines (Sitraibana).

En una carta, Conato detalla que “las declaraciones intimidantes, dichas en coro entre el Presidente y la Ministra de Trabajo, en contra de la dirigencia sindical de Bocas del Toro, merecen una reacción enérgica de esta organización”.

“Los directivos de los sindicatos bananeros tienen el derecho y el deber de defender a sus afiliados en cualquier circunstancia, y especialmente cuando se desconocen derechos y prestaciones laborales, tal como ha ocurrido con una serie de medidas adoptadas por la empresa en desconocimiento del Código de Trabajo”, resalta la misiva.

La semana pasada, la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Jackeline Muñoz de Cedeño, publicó un mensaje en sus redes sociales en el que expresó: “Increíble cómo un ‘dirigente sindical’, después de haber contribuido a la pérdida de más de 5,000 empleos en la noble provincia de Bocas del Toro, ahora hace declaraciones con exigencias”. Asimismo, agregó que “si las negociaciones para que la empresa regrese fallan, será responsable por segunda vez de poner en riesgo el sustento de miles de familias bocatoreñas”.

“La verdadera lucha no está en discursos incendiarios ni en intereses personales disfrazados de defensa obrera”, concluyó la ministra.

Por su parte, el presidente José Raúl Mulino arremetió contra el dirigente, calificándolo de irresponsable.

Esto ocurre luego de que el dirigente Smith denunciara el lunes 18 de agosto que “junto a nuestros abogados estamos interponiendo varias demandas contra Chiquita para evaluar cómo regresar a las labores en esta empresa, porque nos hemos apegado a las leyes del Código de Trabajo y al Ministerio de Trabajo”.

Por ello, Conato manifestó su preocupación ante la insinuación de que la reapertura de la empresa podría estar relacionada con expresiones públicas de los dirigentes, salvo que se esté negociando a puertas cerradas. “Nos preocupa que las nuevas operaciones de la empresa Chiquita se condicionen a una subordinación y renuncia de derechos por parte de las organizaciones sindicales del sector”, resaltó.